A los uruguayos no les gusta perder y se esfuerzan por impedirlo, aún sabiendo sus limitaciones.Es lo que les ha permitido realizar hazañas en el fútbol mundial desde sus comienzos.
Las ganas llegan hasta la extenuación, como ocurrió con los jugadores de Peñarol, más aún que el encuentro ante la “U”, en caso de perder, significaba su eliminación de la Copa Libertadores, de la que el año pasado fueron finalistas. Y el empate, le daba alguna esperanza. Y lucharon porque así fuera, desde que a los 3 minutos los campeones de Chile y la Copa Sudamericana, se pusieron en ventaja. Y casi lo consiguen, porque hasta los 92 minutos estaban empatados.
El segundo gol de Matías Rodríguez, en el segundo final del partido, terminó con la ansiedad y padecer de los 35 mil hinchas que casi llenan anoche el Estadio Nacional. Y la derrota provocó la furia de los jugadores uruguayos, que descargaron su rabia por la caída, intentando golpear a los rivales, lo que afortunadamente fue detenido.
Para los azules, el triunfo los mantenía en la Copa y los ilusionaba en la pretensión de ganarla.
Pese al débil aporte de Gallegos por la punta izquierda los ataques chilenos se sucedían desde el inicio. Una corrida y disparo de Junior Fernández significó un flojo despeje del excelente arquero charrúa, Fabián Carini, aprovechado por Rodríguez.
Y a los 12 minutos casi se estructura el marcador, cuando José Rojas tuvo la opción de conseguir el segundo mediante penal, que lamentablemente elevó.
Los uruguayos se animaron y empezaron a aprovechar la cadena de errores que cometió la “U”.
Primero, los atacantes y medio campo dejaron de marcar en la zona defensiva de Peñarol, quienes empiezan a trasladarse a la ofensiva, con facilidad. Por la vía de los centros y tiros de esquina o tiros libres, crean zozobras al arquero azul Herrera, aventajando por alto a una desubicada y estática defensa azul.
Peñarol volvió al segundo tiempo dispuesto a igualar. La “U”, seguía sin anticipar y marcar en defensa y el panorama era similar a la segunda mitad del lapso inicial. Producto de un corner llegó el empate de los uruguayos a los 52 minutos. El medio campo de la “U” estaba confundido. No llegaban los habituales pases por detrás o cruzando por delante de los defensas rivales. Díaz, Aránguiz y Lorenzetti repetían errores.
Tampoco se producían los sorpresivos adelantos de Rodríguez y Mena por las puntas, en tanto que Fernández no penetraba. Fallaban la defensa y el ataque azul.Los uruguayos dominaban y tuvieron dos a tres posibilidades de ponerse en ventaja. Para peor, Emilio Hernández, ingresado por Gallegos desperdicia una buena asistencia de gol y el peruano Ruiz Díaz otra, sólo ante Carini. Los uruguayos se conformaban con el empate.
Y en los descuentos ,un pase de Díaz a Ruiz Díaz, fue extendido por Mena quien penetraba por la izquierda, como lo hace siempre, éste enganchó en el área chica, dejando al arquero en el suelo y habilitó atrás a Rodríguez, que convirtió, pese a los postreros saltos de los defensores uruguayos.
La “U” mereció ganar, porque siempre atacó buscando el triunfo, en un partido bueno y emocionante, por la incertidumbre del resultado.
Pero, aún no está clasificada para la segunda fase. Debe ganar o igualar en Mendoza con Godoy Cruz o derrotar en casa a Nacional de Medellín, tareas que puede cumplir, siempre que vuelva el “pressing” a la defensa del rival, haya orden en el mediocampo, que Mena y Matías ingresen por las puntas despejadas y Ruiz Díaz se esfuerce también en tareas de defensa.
Es decir, jugando como lo hicieron en la Sudamericana. Volver a lo que saben hacer y le ha dado buenos resultados. Con esas correcciones seguirá dando satisfacciones a sus hinchas y al fútbol nacional.