Una vez más el fútbol es noticia, lamentablemente no siempre halagüeña.
Se están estableciendo algunas definiciones conflictivas que podrían tener un resultado inesperado, insospechado en este fin de semana. Me refiero al partido programado en el Estadio de San Carlos de Apoquindo entre Universidad Católica y Colo Colo, y la polémica decisión de jugar sin la barra del visitante.
La Quinta Sala de la Corte de Apelaciones, por dos votos contra uno, rechazó los recursos de no innovar, es decir el partido se juega.
Las presentaciones realizadas por gente de la barra de Colo Colo y por algunos parlamentarios no consiguieron el propósito de suspender el encuentro y buscar otra fórmula para jugarlo.
De aquí en adelante en las próximas horas, Universidad Católica a través de internet va a atender a sus propios socios, para venderles las entradas preferenciales.
Luego el remanente, si es que queda, tendrá que ser adquirido por la misma web a partir de las 10:00 horas del día domingo, la misma jornada del encuentro.
Aparentemente el partido se va a jugar sin la hinchada de Colo Colo, porque se cree que todo el ingreso establecido será para la gente de Universidad Católica.
Otra vez entonces, no se augura una buena respuesta de esta barra que se siente afectada y que seguramente a través de lo que han vivido en algunas otras ocasiones y oportunidades, buscará la forma de demostrar su potencial llegando a la inmediaciones del estadio, causando tal vez algunos problemas a los vecinos y a quienes quieran asistir al encuentro de fútbol.
Simplemente me resulta lamentable, la decisión de Católica de jugar este clásico en su habitual recinto deportivo, estableciendo así una serie de prioridades y principios que Colo Colo y alguno otros clubes no están dispuestos a aceptar.