Empiezan las preocupaciones para los equipos nacionales, puesto que estos deben seguir demostrando sus capacidades en la continuidad de la Copa Sudamericana. Universidad de Chile y Universidad Católica tienen dificilísimos adversarios.
Los azules vienen jugando tan bien, que por momentos llama la atención la campaña que están cumpliendo en la competencia local; con la dinámica, la coordinación, con la disposición tanto defensiva como en ataque, como pocas veces se ve en el fútbol nacional.
Llama la atención y concita el aplauso y el beneplácito general, porque los entendidos están demostrando y confiando en que el equipo pueda seguir con este ritmo tan convincente.
Sin embargo, los nacionales no las tienen todas consigo, van a tener que enfrentar nada más y nada menos que al Flamengo que cuenta con figuras de excepción en el medio mundial como Ronaldinho.
Además este partido, que está fijado para el día 5 de octubre, tiene algunas dificultades todavía en la ratificación de la sede, ya que el equipo extranjero no puede jugar en su recinto por problemas propios de la importancia del encuentro.
Por otra parte, Universidad Católica recibirá el mismo día a Vélez Sarsfield, uno de los grandes de la competencia argentina que sigue con mucha regularidad demostrando sus capacidades, aún cuando ha decaído algo en relación a su muy buen desempeño del año recién pasado.
En todo caso es una misión tremendamente difícil para Universidad Católica que en su producción local se ha visto bastante irregular en los últimos compromisos.