La noticia que trasciende y establece una serie de consideraciones en torno a un aspecto hasta ético, guarda relación con la renuncia de Ivo Basay a O´Higgins y la aparente y definitiva firma para dirigir a Colo Colo.
Esto contraviene una serie de conflictos con un entrenador que ha estado actuando la mayor parte del año en un equipo, y merced a su renuncia y contratación terminaría defendiendo y preparando la artillería pesada del más popular de los equipos de nuestro país.
Los reclamos van de todos los sectores, desde ya los propios entrenadores advierten como una fórmula que favorece exclusivamente a algunos, pero que al gremio le pone una serie de cortapisas. En contraparte se dice que la libertad de trabajo es tan amplia, que en cualquier sector de la actividad ciudadana se permite renunciar a un trabajo y hacer un cambio.
Por eso digo, hay de todo, cada uno ve la parte que le corresponde, pero el problema en sí trasciende la gestión y la contratación de Ivo Basay, en realidad es la relación entre las directivas de los clubes.
O´ Higgins se ve afectado directamente por la resolución asumida por la directiva de Colo Colo, que a mitad de camino decide despedir al entrenador Américo Gallego y busca entonces a un hombre que se identifica con el cacique por trayectoria, por espíritu y disposición.
Nadie critica o puede pretender criticar una resolución de esta naturaleza desde el punto de vista interno, es evidente que para Colo Colo puede ser una muy buena contratación, el problema es que han liquidado y limitado la expectativa de O´ Higgins que estaba cumpliendo una muy buena campaña en el sector profesional.