Aunque le dicen “Tolo”, en estos días su apodo será el de “Tala” ya que tendrá que “cortar” a un número importante de jugadores para armar un nuevo plantel con miras al Clausura 2011.
El ciclo en Colo Colo se vuelve a repetir, llega un DT a mitad de campeonato y tiene la excusa perfecta: “este plantel no lo armé yo”. Entonces, viene la siguiente frase ya hecha: “el torneo siguiente si seré el responsable total, porque contrataré a mi gusto”.
Tras quedar eliminados los albos, Gallego tuvo que echar pie atrás respecto de una declaración donde quiso marcar territorio: “los jugadores los elijo yo”, había expresado cuando se anunció la llegada de Jaime Pizarro como gerente técnico. Pero el domingo el actual entrenador realizó un giro amplio señalando que se somete a las decisiones de Pizarro.
Ahora vendrá el momento de la verdad, pero los rendimientos del primer semestre ya están claros:
Castillo: buen inicio, después fue bajando y el juego aéreo le generó problemas.
Prieto: jugó poco, con altibajos.
Magalhaes: grandes condiciones, pero con grandes irregularidades
Ormeño: cuando juega lo hace bien, cuando golpea no es aporte.
Scotti: su fuerte es el oficio, su ubicación y juego aéreo. El más parejo.
Cabrera: no tiene nivel para Colo Colo. Inversión perdida.
Alayes: mucho dinero tirado a la basura.
Mena: debió ser titular por sobre Cabrera.
Toro: irresponsable, tendrá que comenzar desde cero.
Jerez: por ahora solo tiene nota regular.
Fuenzalida: muchas lesiones lo dejaron fuera de una titularidad segura.
Pavez: finalizó como titular, pero necesita dar un gran salto en su rendimiento.
Salcedo: no aporta con la pelota en los pies y eso lo condena.
Cabión: fue uno más en el desorden.
Millar: lejos de su nivel.
Wilchez: condiciones tiene, pero le falta ser determinante en el área rival.
Jorquera: gran técnica, poco esfuerzo.
Medel: jugó poco y no pudo confirmar sus condiciones.
Gazale: un delantero debe reflejar en el arco contrario sus buenas condiciones.
Miralles: se va tras un semestre bajo.
Paredes: el mejor, es determinante cuando juega enganchado.