Lady Gaga se llama Stefani Joanne Angelina Germanotta, nació el 28 de Marzo, 1986. Tiene 26 años. Neoyorkina, de padres italianos, vivió con su familia católica en el Upper West End de Manhattan, un sector de clase media. Estudió en colegio de monjas. Su madre señala que en una familia con aficiones musicales, Stefani comenzó a componer melodías y ejercitarse en el piano desde los 4 años.
En su colegio, no tuvo las mejores notas en conducta y desarrolló un fervor religioso hacia las figuras femeninas del nuevo Testamento.Instruida en el canto, con apoyo de su padre, postuló e ingresó al Instituto de Arte de la NYU (Universidad de New York). Decidió retirarse en el 2º año, a los 20 años, resuelta a componer e interpretar música Rock, bien asesorada por artistas del medio neoyorkino.
Tiene talento artístico y ha sabido utilizarlo contra todo lo formal. Su presencia y oficio son transgresores. Quizás por eso su inmensa popularidad alcanzada en el hemisferio norte cautivando al ambiente etario especialmente de los menores de 20 años.
No necesito hacer un discurso de alabanza a Lady Gaga. Toda apología aquí es innecesaria. Ella es una estrella del espectáculo escénico y del ambiente íntimo de oír sus discos en casa.
Si aplicamos el “dime con quien andas y te diré…” basta conocer a los diversos autores de música que han colaborado con ella. Entre otros el mismísimo Tony Bennet, quien nos visita este domingo y lunes en el Teatro Municipal, en presentaciones a precios muy inferiores. Su público es apenas la 20ª parte del público del Nacional, llegará en auto, pagando estacionamiento a la mano.
Estas diferentes concurrencias corresponden a dos culturas, cada una producto de la fortuna/o no a familias con cuidado, nana, piso flotante o tierra, colegio católico o con número y sus otras afluencias o carencias.
Los 400 chicos (< de 20 años) que acamparon fuera del Estadio Nacional durante 2 semanas para ver a Lady Gaga cumplían una manda al sol para asegurarse la ubicación preferente en el estadio. Siempre el dolor se aguanta imaginando el premio-paraíso tan temido y ansiado.
Lady Gaga celebró en público el cumpleaños 65º de Bill Clinton, quien estuvo ahí; ella –diríamos que– imitando con disimulo lo que Marilyn Monroe hizo ante el Presidente John F. Kennedy.
Lady Gaga se inspira en David Bowie, los Queen y reconoce la influencia de Madonna. Stefani igual a Madonna Louise Verónica Ciccone (nacida en Michigan el 16 de agosto de 1958) son descendientes de inmigrantes italianos y asistieron a colegios católicos.
Madonna comenzó a ser famosa en Nueva York a los 25 años. Lady Gaga lo hizo a los 20 años.
Madonna posó desnuda en Playboy y en Penthouse en 1978 y las fotos fueron publicadas en 1985. Cobró US$ 25 por pose y dice que lo hizo por dinero. Vimos las fotos con Richard Galbraith, las comparamos y preferimos las de Penthouse. Ambas famosas han incluido temas religiosos en sus canciones y han sido condenadas por las jerarquías católicas. Madonna es más conocida en Chile.
El comportamiento transgresor de Lady Gaga se expresa y se advierte en sus ropas, en sus respuestas a medios de TV (p.ej. con Bárbara Walters), en las letras y ritmos de sus canciones.
Ha creado más de 50 discos, que concibe como Rock distinto y distante, que muchas veces calificó como electro-music diferente que interpreta con sentimientos absolutamente contrarios al establishment que existe actualmente en los EE.UU. y en el planeta.
Manifiesta un marcado sentir andrógino en sus letras sin declarar ni optar por una preferencia homosexual. En síntesis, va contra toda la corriente con un marcado colorante anti-religioso.Basta ver los títulos de sus canciones donde aparecen rasgos personales como que “así nací nomás” y un firme carácter anti-Cristo histórico.
En apenas 5 años de presencia estelar en el planeta, su calidad musical ha sido considerada nueva y excelente por los críticos artísticos. Por su anti-catolicidad ha recibido todo tipo de ataques de la derecha conservadora en los EE.UU. hasta ser llamada satánica.
En sus giras mundiales, la última en el Sudeste asiático, ha despertado las iras de los musulmanes y de la jerarquía católica en Filipinas. En Jakarta, Indonesia, su presentación con 45.000 entradas vendidas fue suspendida por las autoridades. La cantidad de discos vendidos (en el hemisferio norte) supera cien millones.
Notable espera fue la que hacían los muchachos chilenos a 30º a la sombra fuera del Nacional con amplio reportaje en TV. Algunos –decían– preparando la PSU, visitados por sus familiares que les traían líquidos y comida. Un notable enjambre de jóvenes llegados desde diversas regiones, válidos representantes de una clase o linaje “ná que ver” que ni aparecen en índice de textos de Sociología, con bellas gafas luminiscentes de Gaga, tatuajes y todo el devoto enchulamiento de su líder.
Creo que esos jóvenes no han entendido que Lady Gaga no es otra de “nuestra” farándula y que tocaba piano desde los 4 años. No pueden reconocer que su talento y éxito incluye un gran esfuerzo y originalidad excepcional incluyendo todo lo que asocia a su ser.Sin aplaudir los precios de su presentación en Santiago, ella vende lo que los púberes e impúberes pagan por oír algo que ellos al fin reconocen también suyo.
Notable fue y ha sido la aceptación de nuestra adultez ante Lady Gaga, sin los excesos talibanescos que sufrió la actriz en el Sureste asiático.
Creo que es un silencio perplejo, de “mejor no nos metamos, será cosa de ellos nomás”.