En un solemne salón del archivo Andrés Bello, en la casa central de la Universidad de Chile, en ceremonia presidida por su rector, Víctor Pérez Vera, se ha sellado un decisivo acuerdo para el futuro del libro en Chile.
La primera universidad del país y la Cámara Chilena del Libro han resuelto la creación del Observatorio del Libro y la Lectura. Un instrumento indispensable y largamente anhelado por el gremio y todo el sector dedicado al libro.Una iniciativa de la directiva del organismo gremial acogida con decisivo entusiasmo por las autoridades de la universidad.
Para el sector del libro es fundamental poder contar con datos certeros sobre el comportamiento del objeto de su propio quehacer: el libro y los lectores.
Qué se lee , cuánto se lee, cómo lo hacen , cuándo lo hacen , dónde lo hacen, quiénes leen, y también quiénes son los que viven al margen o de espaldas a los libros y por qué.
Preguntas claves para nuestra industria cultural y preguntas fundamentales para la cultura, la educación y el desarrollo del país.
El ámbito académico y el seno de esa universidad es el adecuado para responder a esas preguntas y sobre todo proyectar la reflexión de sus resultados.
Es la Universidad de Chile quién está en mejores condiciones de alcanzar estos objetivos, por sus estándares de investigación, el vínculo con la sociedad y su visión de país, por su tradición de libertad y crítica, y por su experiencia avalada en casi dos siglos de actividad ensamblada al libro; creándolo, divulgándolo – tantas veces defendiéndolo- atesorándolo y siempre privilegiándolo como instrumento insustituible del conocimiento.
Sabemos que la creación de un observatorio como este no se consigue en un acto voluntarista, menos con un decreto, tampoco es algo comprable en el mercado.
Es todo un proceso que se va construyendo con mucho trabajo, conocimiento y experiencia. Por ello se ha recurrido a un consejo integrado por personas de diversas disciplinas, sensibilidades e instituciones, que concurren con el denominador común de una experiencia donde los misterios del libro y la lectura son vida cotidiana.
Serán los encargados de orientar el trabajo, definir prioridades y concluir las formas más adecuadas de conseguir los objetivos. Para alcanzarlos deberá articular un diálogo fecundo con la DIBAM, el MINEDUC y el Consejo del Libro y la Lectura, tres organismos del Estado que también tienen al libro y los lectores como ejes claves de su misión.
También con todas las universidades e instituciones que converjan en la indagación de estas materias, las que podrán interactuar y divulgar sus trabajos en el portal del Observatorio.
Esta iniciativa , pionera en el país, busca investigar , promover y difundir estudios determinantes para conocer índices de lectura, comportamiento de lectores , flujo editorial y otras materias relacionadas con el libro y la lectura cuyos resultados son hoy prácticamente un misterio.
La información, cualitativa y cuantitativa, que disponemos hasta ahora sobre el libro y los lectores en Chile es, en general, precaria , añeja , tangencial o tergiversada.
Hay por cierto excepciones, pero no hacen más que gatillar la necesidad de profundizar esos estudios e interpelan con sus resultados a encarar el tema en serio y como una necesidad urgente del país. Y desde esa nebulosa se están tomando decisiones en políticas públicas para el libro y la lectura en Chile. Esperamos solo beneficios de esta brújula del libro que ahora se pondrá a disposición de la sociedad.
También nuestra industria, de ahora en más dispondrá de datos duros y orientaciones certeras e indispensables para hacer de Chile un país de lectores.