En el blog de Agustín Fernández Mallo, español creador en el año 2000 del concepto poético “Poesía Pospoética”, aparece un homenaje a nuestro hombre imaginario, porque a los 97, ya se es imaginario, como hombre, y en el imaginario colectivo poético de un país.
Hoy, sólo una imagen tras la ventana, que se disuelve apaciblemente entre una bruma fría matinal, lejano, sordo y enigmático.
No cabe duda de que su poesía (la del español), es la deriva natural evolutiva pospoética ¿definitiva? de la “Anti-Poesía” parriana.
Podríamos decir que el español, hijo de Cervantes, comió varias uvas de nuestro Parra, o de la parra de la sabiduría, o más bien, de la anti-sabiduría que sí es sabiduría, como enemiga de la sabiduría, que no es sabiduría.
O más bien, que hoy usa las anti-parras poéticas de nuestro poeta de la anti-vanguardia vanguardista, de la factura arte-factada y poética.
(Fernández Mallo, es licenciado en Ciencias Físicas, y aboga por la unión entre las ciencias y la literatura).
Parra ya es y fue, la “Anti-poesía-“Pos-poética”
Parra, matemático y físico se adelanta en transmutar las ciencias naturales en las ciencias del espíritu, para (o Parra), su y los “espíritus libres”.
Parra=hombre+imagen+forma+factibilidad+hacer+cosmosgráfico+poemalaboratorio
+caprichoimaginativo+metáforaimaginativa+incoherencia+anti-tradicional+des-orden.
Parra es el Corazón Andante, El Caballero Andante De La Luminosa (más bien, canosa+ luminosa)) Figura, que hoy camina con Cervantes, + un premio, al encuentro de su “Cristo del Elqui”.
No cabe duda, que no “contábamos con esa, su verdadera ¿y última? (anti)-astucia”.
Ojalá que no.