Una vez a la semana, un periódico santiaguino resucitará de entre los muertos a Corín Tellado, vendiendo a muy bajo costo uno de sus libros, siempre que se adquiera junto con dicho diario, para incrementar la circulación del verano.
Sólo los muy jóvenes desconocen el nombre de la famosa autora española que inundó al mundo de los años cincuenta y sesenta con sus novelitas rosa, porque ella se transformó en sinónimo de cursilería sin límites.
Las historias de amor y desencuentro eran un compendio de lugares comunes y frases hechas, en que la sexualidad, el deseo y el erotismo se insinuaban apenas, tal como correspondía a esa época y a las realidades del franquismo de entonces.
Recuerdo que cuando hojeaba aquellos libritos en el velador de mi madre, me dedicaba muy especialmente a buscar las frases más insólitas, que no escaseaban, para luego comentarlas con mis hermanas.
No he olvidado aquélla en que la autora multimillonaria comenzaba a narrar, asegurando como si se tratase de un hecho digno de ser destacado que … : “era de noche, y sin embargo, llovía…” ¿Cómo que sin embargo? Aunque no era la única frase insólita ni mucho menos.
No eran tiempos de televisión, que llegaría mucho más tarde a fascinar a nuestro género con las telenovelas mexicanas y venezolanas.
Corín Tellado, tal vez queriendo inconscientemente suplir esa falta, describía a mujeres que por supuesto eran jóvenes y muy bellas, con ojos “almendrados”, cabelleras “leonadas”, dentadura “perfecta” y una cintura que un hombre podía abarcar entre sus manos. Sobre los senos no se pronunciaba demasiado, ya que éstos no tenían entonces la importancia y primer plano de ahora.
Por otra parte, los varones eran unos Adonis sin excepción, de espaldas enormes y pelo “ensortijado”. Todo surgido de la imaginación de esa señora de aspecto plácido, cuyo éxito sólo podría compararse hoy con la fama obtenida por los libros sobre Harry Potter.
El mismo periódico dominical que destaca esta oferta de novelitas rosa por parte de otro diario de la cadena, da gran espacio a una interrogante en torno a si el antipoeta Nicanor Parra merece o no recibir el Premio Nobel al cual postula.
Y el consenso positivo entre moros y cristianos al respecto llega a tal punto, que titula no sin sorna: “Gobierno y oposición alcanzan el primer acuerdo del año”.
Recuerda además aquella frase de Parra respecto a que “la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas”.
Es posible que Nicanor Parra viaje para recibir el Premio Cervantes, si todo se desarrolla como deseamos y además si su salud se lo permite.
Pero Corín Tellado llegará antes a Chile, con su carga de personajes que, a bordo de sus automóviles, hoy y ayer “ se deslizan raudos por la carretera llena de baches”, tal como a ella le gustaba decir.