Cuando pensé, algo aliviado, que la saga de las columnas de sueños había concluido apareció otro lector y muy enojado me espetó: usted ha sido selectivo en sus sueños de verano 2021.
Y enseguida, más calmado, me dijo que a él le parecía que en mis columnas I y II sobre la materia había dejado fuera a los políticos y partidos de mis ocultas preferencias ideológico-partidarias.
Le encontré razón –cosa que suelo hacer con mis contradictores cuando tienen razón y a veces incluso cuando no la tienen- y me puse en manos de un hipnotista para tratar de recobrar desde el inconsciente -o sea, yo- aspectos del sueño de un verano 2021 que no hubiere recogido en las dos columnas anteriores.
Costó –el hipnotista cobraba honorarios que resultaron bastante onerosos- pero fue posible recobrar los sueños perdidos, por así llamarlos, de manera por lo demás asaz poética, y lamentablemente para los lectores –si es que queda alguno, digo- pude recobrar aspectos que no había recordado. Aquí van esos segmentos no relatados antes.
Desde luego Ignace me comentó que el PDC había cambiado su nombre.
Ahora se denominaba Partido Demócrata Humanista de la Izquierda Moderada y Cristiana Asociada, y Algo Entrampada, con la Izquierda Socialista e Incluso Comunista mas no con aquella de una ideología Marxista-Leninista (“PDHIMODC&A&AEISQSOC&COM+NOMARX-LEN”).
El nombre, me explicó Ignace, está en revisión, técnica, pero no por razones ideológicas sino especialmente porque resulta difícil encontrar una sigla que sea más apropiada que aquella antes mencionada.
Me confesó que a él no le gustaba esa sigla pero a muchos de sus camaradas sí, aunque la consideraban quizás algo extensa y difícil de pronunciar.
De otro lado, me señaló que el ex PDC -para no tener que reiterar aquí la nueva sigla, por razones de espacio- ha recientemente convocado a su MMMI Congreso Ideológico, que definirá aspectos sustantivos de la doctrina del partido, respecto de la cual han surgido algunas discrepancias no superadas entre sus militantes.
Particularmente serias, me dice, han sido las diferencias entre los sectores denominados chascones de pelo largo, chacones de pelo corto, guatones, guatones pero nunca tanto, guatones tirando a flacos, flacos a dieta, flacos sin necesidad de dieta, reyes, reyecitos, príncipes, neo-príncipes, princesas, duquesas, plebeyos – con y sin remedio.
Ignace siguió adelante y mencionó aún otros sectores pero entonces como que me cansé y no pude recordar más esta parte del sueño, que, con razón e inteligencia, había olvidado completamente.
Por último, Ignace dijo que habían realizado un gran esfuerzo y renovado el elenco dirigencial del partido. Mencionó algunos de los nuevos nombres: E. Frei, G. Valdés, R. Tomic, P. Aylwin, R. Fuentealba, C. Orrego, I. Walker, J. Pizarro, S. Alvear y G. Martínez.
Ante mi cara de sorpresa o incredulidad Ignace me explicó que no debía confundirme, que se trataba de los nietos, bisnietos e incluso tataranietos, de los dirigentes en los que yo quizás estaba pensando. Será pues, dije yo, para no insistir en una materia tan sensible.
Por otra parte, también recordé que había hecho un esfuerzo adicional y contactado a dos políticos que no estaban en el grupo original de entrevistados 2021: Osvald y Camilló-S, del PS.
Me expresaron que ellos también habían modificado el nombre o razón social partidaria a Partido Socialista Sociedad Anónima Sin Fines de Lucro (“PSSA, SFL”).
Me gustó el nombre, lo reconozco. Era corto, preciso, con una buena sigla, reconocía las raíces históricas del partido y cumplía con la reformada ley de partidos políticos, que permitió a los partidos transformarse en sociedades anónimas sin fines de lucro.
Los dos me dijeron al unísono –en realidad contestaron mis preguntas como un colectivo, esto es, como corresponde- que el PSSA, SFL ha evolucionado en el sentido de adherir a una sociedad socialista pero de un mercado atenuado o morigerado por la voluntad de no hacer del lucro un fin en sí mismo sino un medio para avanzar a una sociedad sin capital y por ende sin capitalistas, sin empresas ni trabajadores, sin negocios, ganancias, ni pérdidas, ni abusos, tampoco poderosos, sino intelectuales de la palabra y de la acción moderada para avanzar en la revolución de los encuestables y efectivamente encuestados, pacífica o al menos sin acciones revolucionarias, atendidas las correlaciones de fuerzas y debilidades o circunstancias adversas que puedan presentarse y detectarse en una encrucijada histórica de la historia y quizás ni siquiera aún así, y todo ello sin caer en la histeria ni el descontrol, sea individual o colectivo.
(Yo, en el sueño, y tampoco despierto debo reconocerlo, no entendía nada, pero me pareció que lo que decían tenía sentido, al menos poético, y eso ya es suficiente en un país de políticos y poetas como Chile – perdón, en una República Indignada, Movilizada y Encuestológica).
De otro lado, siguieron sin pausa, el PSSA, SFL, por su vocación internacionalista de siempre, ha convocado a un Congreso Internacional e Intergaláctico para unificar de una vez por todas a todos los partidos socialistas del mundo entero, sean de aquí, de acá o de allá o incluso del más allá, por si acaso existe aunque no creemos en esas cosas, y de este modo crear a ese nivel y en el espacio mundial terrícola e intergaláctico condiciones objetivas y subjetivas favorables al avance del socialismo antes descrito, por así decirlo, en sus lineamientos más gruesos, y de tal manera que el socialismo bien entendido, comprendido y asumido sin complejos ni tampoco quedándose en modo alguno perplejo, termine por conquistar este mundo y los otros, sea que estén o no habitados por seres inteligentes ya que esto último no importa en último término porque lo único verdaderamente inteligentes es ser socialista y ya está, dijeron, y casi pierden el aliento en el esfuerzo conjunto desplegado en tan larga y compleja perorata que transcribo tal cual sin agregar nada, ni siquiera los puntos seguidos o apartes que parecieran necesitarse en una frase tan extensa y llena de contenidos sustantivos e incluso también adjetivos.
A mí me pareció que estos segmentos recobrados de los sueños eran interesantes y he tratado de recuperarlos con fidelidad y en toda su profundidad para poder transmitirlos adecuadamente a ustedes, señores lectores, si es que queda alguno por ahí, digo y reitero.
No sé si habré logrado lo anterior, pero de lo que sí estoy absolutamente cierto es que se han aburrido y les bajó tremendo sueño.
Aquello puede ser el resultado más relevante de todo lo que explicado en ésta y anteriores columnas, especialmente si sufren, como muchos de los que escriben y/o leen estas columnas, de insomnio vitalicio (aquí se puede usar este vocablo, por otra parte tan reprochable, sin incurrir en riesgos ideológicos innecesarios, creo).
La buena noticia es que éste podría ser –yo diría que debe ser- mi último aporte en materia de los sueños que he relatado para recobrar energías y volver a escribir las columnas que escribo en serio sobre asuntos de nuestra muy seria realidad.