21 dic 2011

La televisión ochentera

Terminaron “Los Ochenta” con éxito de rating, al compás de “El tiempo en las bastillas”, y los créditos aparecían en una pantalla de un televisor también ochentero, dejando honestamente en claro de lo que se trataba.

Alabada legítimamente por una gran mayoría y los medios, sólo televisión, sólo imágenes y emociones casi sin memoria.

Con gusto a teleserie edulcorada, en su cuarta entrega, desgranó el relato de una familia y una sociedad, desgarradas por la historia y la ficción ¿imposible? de su historia, pero digerible ojalá por todos, “en la medida de lo posible”.

Aunque incomparables en sus concepciones, también este año pudimos ver una extraordinaria serie nocturna, “Los Archivos del Cardenal”.

Con un tono seco, duro y crispado, quizás demasiado realista y política, cercana al documental y al cine en su ficción, buceó en el horror y la violencia al compás de la música de Silvio Rodríguez, en la versión de “Los Bunkers”.

Algunos amigos, partícipes y testigos dolorosos de la historia, dijeron, “no pudimos verla”, para no volver a sufrir lo insufrible.

Tal fue el efecto de realidad-confrontación sobre la memoria y el tiempo, lo que generó abundantes molestias políticas y críticas en algunos medios.

Hoy cuando las personas, y la sociedad se revuelcan inquietas y algo furiosas contra su historia, (para cambiar el tiempo y la propia historia), es la memoria la que mira en el presente, desde el pasado al futuro, re- configurando y creando su propio sentido en la cultura.

El tiempo sin memoria no tiene sentido, y la memoria (y la historia), por definición real- imaginarias, porque ya fueron,(aunque en alguna medida sólo son), siempre tienen algo de ficción.

Aunque las dos miradas televisivas a la realidad parecen ser necesarias, yo que viví los 70, los 80 y los 90, prefiero más a Silvio Rodríguez que a Ubiergo, (salvo en “Un café para Platón”).

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  • Christian Perez

    Nunca me gusto Silvio o Ubiergo, prefiero a la Mercedes Sosa. Arrastrado por el interes de mi esposa en la serie vi este ultimo capitulo.
    Me pareció bien hecho, sin inclinarse hacia alguna de las visiones sesgadas de nuestro pasado reciente. Es increible que hasta hoy algunos se “sorprendan” con nuestra historia.
    Otra cosa es que lo consideremos “entretención”, tema que da para muchas columnas.
    Rescato que desde la “ficción” pude compartir con mis hijos (generacion 2.0) mis experiencias en un periodo que no les toco vivir y que su entorno tiende a olvidar, esconder o simplemente desconocer.

  • Christian Perez

    Nunca me gusto Silvio o Ubiergo, prefiero a la Mercedes Sosa. Arrastrado por el interes de mi esposa en la serie vi este ultimo capitulo.
    Me pareció bien hecho, sin inclinarse hacia alguna de las visiones sesgadas de nuestro pasado reciente. Es increible que hasta hoy algunos se “sorprendan” con nuestra historia.
    Otra cosa es que lo consideremos “entretención”, tema que da para muchas columnas.
    Rescato que desde la “ficción” pude compartir con mis hijos (generacion 2.0) mis experiencias en un periodo que no les toco vivir y que su entorno tiende a olvidar, esconder o simplemente desconocer.