Este 2015 Estación Central cumplió 30 años desde su creación. Fue compuesta por la desagregación de las comunas de Santiago, Maipú y Quinta Normal, dando vida a esta comuna con arraigo popular en el centro de la gran ciudad.
Hoy día se configura como un espacio local joven en desarrollo y con mucho potencial.Durante estos 30 años, diversas han sido las tendencias políticas que la han administrado, pero a ojos vista, queda clara la incapacidad que se ha tenido para imprimirle un desarrollo armónico y sustentable que redunde en una mejor calidad de vida para quienes la habitamos.
Es una deuda aún pendiente que es menester saldar, para así revertir este estatus de comuna que no cumple con los estándares mínimos de desarrollo establecidos.
En otras palabras, existe una deuda desde la administración municipal con la concepción de comuna, además de excluir a los habitantes de Estación Central en la definición de la imagen objetivo, sobre el uso y destino del territorio en el que quieren vivir a futuro.
La noción miope de concebir el municipio exclusiva y excluyentemente desde lo administrativo y tecnocrático, dificulta proyectarse a largo plazo con una mirada estratégica pensada de forma plural, participativa y vinculante, práctica que colisiona con los sueños, anhelos e intereses de vecinas y vecinos de nuestra comuna.
Para muestra un botón, la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades (Ley N° 18.695) establece en su artículo 6 que “la gestión municipal contará, a lo menos, con los siguientes instrumentos: a) El plan comunal de desarrollo y sus programas; b) el plan regulador comunal, y c) El presupuesto municipal anual”.
Quiero detenerme en el primer punto, el conocido pero abandonado PLADECO (recién hoy día en proceso de actualización), instrumento de gestión local definido por Ley y que en Estación Central caducó el año 2010 y desde esa fecha hasta ahora, no existe un plan de desarrollo comunal actualizado y específico para el periodo, sólo se ha ampliado un instrumento anacrónico y extemporáneo que no se condice con lo que hoy sucede en la comuna.
Esta situación refleja la incapacidad de gestión del municipio y deja manifiesta la desidia con nuestra comuna y sus habitantes, toda vez que en el artículo 7 de la Ley N° 18.695 indica que el PLADECO -instrumento rector del desarrollo en la comuna- contemplará las acciones orientadas a satisfacer las necesidades de la comunidad local y a promover su avance social, económico y cultural, alcances que no se han cumplido desde 2010 a la fecha.
Si existiera un razonamiento lógico, se comprendería y asumiría que la planificación permite anticipar problemas, describe ciertos aspectos de la situación a intervenir y se establecen ciertos resultados esperados, por lo que el PLADECO se transforma en un instrumento que permite coordinar acciones y enfrentar ciertas incompatibilidades con tareas urgentes.
Muy lejano a esto, hemos visto en estos años que Estación Central no avanza con un horizonte claro, definido y planificado en conjunto con su gente, sino todo lo contrario, avanza hacia la desregulación territorial, con un boom inmobiliario que está arrasando con la historia y patrimonio local; se aprecia una carencia de áreas verdes y espacios de recreación cuyo objetivo sea apartar a niños y jóvenes de la droga y delincuencia; la cultura popular de masas aún no cuenta con la Casa de la Cultura financiada hace años por el gobierno central, entre tantos otros anhelos de los vecinos incumplidos.
En definitiva, el PLADECO es la expresión de la implementación de políticas públicas desarrolladas, principalmente, con la participación de la ciudadanía, considera métodos y herramientas de planificación estratégica, planificación comunitaria y planificación ambiental. Hasta el momento, nada de eso tenemos, cuestión que se refleja en lo desorden de las acciones implementadas en la comuna.
Lo antes expuesto no es una opinión personal antojadiza ni menos un invento, sino que se plasma y sustenta en la historia reciente y la propia Ley existente (implantada por la dictadura y que aún nos rige), la que establece el criterio normativo analizado y que desnuda la pésima gestión municipal de esta comuna de casi 15 Km2 y cerca de 120.000 habitantes a los que se les ha negado la posibilidad de ser parte de las orientaciones de sus destinos, en la definición del horizonte de la comuna y el uso de su territorio, opinar sobre los programas y acciones, planes de inversión anual, enlazar la visión de comuna con el instrumento de planificación territorial como es el Plan Regulador Comunal (PRC), entre otros cercos y limitantes en la decisión.
Termino diciendo que la administración municipal de turno y también la anterior, por el hecho de tener a la comuna sin una planificación estratégica local por más de 5 años, demuestran su total indiferencia y nula sintonía con la ciudadanía de Estación Central que vive los problemas antes mencionados y que anhela respuestas de avanzada y concretas en la destinación de los esfuerzos, voluntades, recursos y asignaciones sociales, por ejemplo, como es la creación de una Farmacia Popular en Estación Central.
Nuestra labor y nuestra propuesta, como siempre ha sido, es trabajar comprometidamente en conjunto con la ciudadanía y las organizaciones sociales, para avanzar en la modernización del territorio y entregarles a los vecinos la calidad de vida que sin duda se merecen.