Hay días en que la vida cuesta ser vivida, y pesa lo que pesa el mundo, especialmente cuando la mañana que es fría y otoñal, hace sangrar los árboles que todavía sangran y siguen siendo color sangre, entre mirlos que siguen siendo siempre negros, y mientras Strauss-Kahn es calificado (quizás) con cierta envidia y nostalgia por los líderes de cierta edad, y por las líderes, (quizás también) con cierto deseo oculto inconsciente,(por lo que no pueden reconocerlo, ¡gracias a papá Freud!), como un “sociópata ,delincuente, enfermo y animal salvaje en celo” (más bien, sólo podría ser, y quizás, un XYY…broma médica…),Dylan, sí, Bob Dylan, el canta-autor poeta, cumple setenta años, y sus preguntas sobre la vida, aún flotan en el viento.
Llevada por las hojas y el viento primaveral europeo, como respuesta espúrea, más bien apócrifa y tardía, España responde a su llamado con la “#spanishrevolution” de los jóvenes, que en decenas de miles, convocados por las redes sociales, marchan pacíficamente, pero indignados, en jornadas de reflexión crítica contra el desempleo, la falta de trabajo (5.000.000 “en paro”), y una falta de futuro, que embarazado de desesperanza, los llena de indignación.
Y el diario “El País” proclama que “los jóvenes salieron a la calle, y súbitamente todos los partidos envejecieron”, perplejos y asombrados frente a lo que aún no entienden.
Mientras que en Chile, tímida pero vigorosamente da sus primeros pasos la “#chileanrevolution”,o mejor, la “#ChileanRevolución”, como una imagen especular de las anteriores y las sociopolíticas que la precedieron, hermana bastarda ecológica de revoluciones que hoy comienzan a extenderse sin frenos por el mundo, alimentada por un nuevo retro-virus (sólo dormía oculto en las células hasta encontrar las necesarias condiciones para su resurrección),el virus de las revoluciones, pero del tipo “self –mass- media”, que encontró nueva vida en el ciberespacio.
Y también aquí los líderes políticos, y el Presidente que rindió su “cuenta ejecutiva” de siete puntos, número sagrado y cabalístico, a la nación, además de envejecer hasta la incomprensión, se preguntan por estas nuevas redes, sistemas auto-organizados, o “estructuras horizontales sin líderes visibles, sin jerarquías, donde todos aportan, donde todos se sienten parte”,que contagiados por la nueva pandemia, proclaman que “la ciudadanía pude cambiar las cosas”, y crean la “Plataforma de Coordinación de Grupos por la Movilización Ciudadana”.
¿Movilizaciones Revolucionarias? , o ¿sólo simulacros vacíos y espectaculares de las masas, que como micro grupos anárquicos y solitarios, vivirán efímeramente, alimentándose de su propia imagen, espectacular, emocional y narcisista, expulsando la realidad, la revolución real?
La respuesta es de Benigno Aquino, que el 2010, en una entrevista cuando era candidato a la presidencia de Filipinas, proclama que “una vez que el pueblo se embarca en un cambio, no hay fuerza que lo pare”.
En Chile, creo que la historia sociopolítica, cultural y aún económica, se encuentra en un punto de bifurcación gracias a la “#Chilean-Revolución” actual de los jóvenes.
Pero finalmente, y como siempre, dependerá del pueblo, bueno, de la gente, o mejor, de la comunidad de personas, y de quienes nos dirigen, el curso de esta pequeña – gran revolución.
¡Larga vida a la joven y naciente “#Chilean- Revolución”! (de parte de alguien que es un poco más viejo, pero con nuevas y reforzadas esperanzas).