14 feb 2013

¿Cómo re-nacionalizamos el agua?

En Chile, el agua que corre por los ríos o napas subterráneas está asignada a usuarios de diversas actividades, distinto poder económico y peso político.Es decir, hablamos de un mundo donde existen chicos y grandes, débiles y fuertes. Estos usuarios pueden ser agricultores, consumidores de agua potable rural, empresas sanitarias, forestales, industriales o mineras.

Esta asignación se lleva a cabo a través de la figura legal de derechos de agua, aplicada según lo establecido en el Código de Aguas de 1981, que señala textualmente en su artículo N°5 que “las aguas son bienes nacionales de uso público y se otorga a los particulares el derecho de aprovechamiento de ellas”.Es decir, siendo el agua un bien de toda la nación, a los usuarios se les asigna un derecho gratuito y perpetuo que les permite aprovechar este recurso para su interés particular.

Por otra parte, la “democrática” Constitución de 1980 estableció en una corta frase la privatización más acérrima existente en el mundo para temas de agua: “Los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos”. (Artículo N°19).

Lo anterior significa que el derecho asignado a los usuarios para aprovechar este vital recurso se transforma en una propiedad privada. Así, este derecho de propiedad aplica sobre el aprovechamiento de las aguas y no sobre las aguas mismas, las que en teoría siguen siendo un bien de toda la nación. Un truco legal digno del Mago Oli.

Con un fuerte derecho de propiedad, los ideólogos neoliberales sentaron las bases para que el Estado asigne inicialmente derechos de agua en forma gratuita y perpetua, para posteriormente dejar que el mercado opere.

Esto no tuvo ninguna consideración social, pues de la economía básica se sabe que los mercados por definición no tienen consideraciones sociales ni ambientales. Acá no entran la equidad ni la participación ciudadana. De hecho, hoy la mayor parte del agua en Chile no es chilena y la concentración de derechos de aguas en pocos usuarios es brutal.

El mercado no prioriza entre usuarios, no tiene porqué hacerlo ya que se basa en la competencia de éstos. Por ejemplo, no existe una prioridad del uso de agua para consumo humano por sobre el uso para la minería, como el sentido común pudiera manifestar o como lo plantea el derecho humano al agua reconocido explícitamente por la ONU en resolución 64/292.

De este modo, sólo aquellos usos de agua de mayor rentabilidad económica serán los que sobrevivan en el largo plazo, situación que se ha evidenciado en la compra de derechos de agua desde mineras a pequeños agricultores en el norte del país, o de empresas sanitarias que luego traspasan sus costos a los usuarios.

Acá tampoco entra el interés nacional, porque con un régimen tributario ad-hoc, las grandes mineras o industrias que utilizan agua como un insumo clave para su producción y generan millones de dólares en utilidades gracias a este vital recurso, terminan llevando el beneficio neto hacia arcas extranjeras.

El diagnóstico parece lapidario y para plantear soluciones como la renacionalización del agua, se debe considerar en primer lugar que los derechos de agua gratuitamente asignados por el Estado o aquellos adquiridos en el mercado de aguas, no tienen obligación legal de pagar tributo o impuesto por el usufructo de un bien nacional para fines productivos privados.Es decir, no hay un mecanismo para direccionar parte de los beneficios obtenidos por el uso del agua hacia el Estado, y así orientarlos hacia metas sociales o causas de interés público.

Entonces ¿cómo renacionalizamos el agua? Sin duda un camino complejo, una lucha que dejará heridos en el camino, donde los poderosos intereses empresariales y políticos dejarán caer sus garfios para impedir cualquier incipiente reforma en el tema.

En primer lugar, el derecho de propiedad coloca una traba legal muy bien amarrada en las leyes madres de nuestra legislación. Bajo el actual marco político y normativo, una reforma legal que implique un cambio de esta naturaleza es prácticamente inviable y de resultados poco claros.

Se puede cambiar el carácter perpetuo que tiene el derecho de agua hacia un carácter temporal. De todas formas, los afectados dirán que se les está violando su derecho de propiedad y podrán tener la razón.

Segundo, el Estado podría realizar una compra masiva de derechos de agua en aquellas zonas más críticas y así pasar a ser propietario. Pero ¿sería justo comprar algo que inicialmente se entregó gratuitamente y que posteriormente les generó grandes beneficios a dichos titulares a lo largo de años? Claramente no es justo.

Tercero, el Estado podría cobrar por el uso del agua, ya que actualmente lo que se paga por ello es cero. De esta forma, se pueden direccionar los beneficios y utilidades que genera el agua a las actividades económicas, y evitar que éstos fuguen a otras latitudes. Esto debiera distinguir entre actividades pequeñas como la agricultura de subsistencia y la gran minería del cobre, por colocar un ejemplo.

Finalmente si parte del beneficio de la explotación de un recurso natural realizada por una actividad privada cualquiera, queda en el país, estaremos hablando de una forma gradual de nacionalización.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • http://www.facebook.com/people/Guillermo-Barrientos-Ellenberg/100000569746577 Guillermo Barrientos Ellenberg

    La problemática cierta de renacionalizar , por absurdo que parezca al sentido común ,es tal cual se plantea por el articulista.
    La reforma al código de aguas fue un acto indigno y antipatria por decirlo ampulosamente. Y así fue no mas.
    Se pasó por encima de la Constitución -de todas las anteriores-en todo lo que garantiza y privilegia el derecho a la salud y a la vida y a la igualdad ante la ley. El agua pasó a ser bien de unos pocos concedido a gratuidad y re negociado por privados como oro.
    Me parece que en esta inmoralidad constatable de la mercantilización sin beneficio a los ciudadanos representados por el Esatado está el asidero legal para demandar como inconstitucional lo obrado y el camino, antes que el legal a partir de la realidad de hoy ,es probar la inconstitucionalidad de lo obrado en dictadura y que fue contra las inversiones en infraestructura del Estado de Chile desde su nacimiento como nación y del espíritu y letra de la ley que hasta 1980 nos rigió al respecto
    El tema que mas preocupa es el silencio de toda la clase política para de una vez por todas impugnar y propender a exigir la nacionalización y el regreso a la dispuesto por el Código de Aguas antes del cambio sin discusión en el Congreso por que no existía y pedir que el Consejo de Defensa del Estado cumpla un rol , al menos de exposición del daño al interés público.
    Una de las herencias mas siniestras de la dictadura fueron cambios como estos,la imposición obligada e incontrarrestable de cambio al Codigo de Aguas como la imposición del sistema AFP que arrasó con el sistema previsional,el cambio a las leyes que permitían el aborto terapéutico y el financiamiento de las Fuerzas Armadas con cargo al cobre siguen siendo estigmas y nudos gordianos que no solo no se desatan sino que nadie toca y apenas se habla despacito
    Aquí hay una muestra de dicotomía entre lo que la gente quiere y lo que la clase política no discute

  • RuizMnica

    Totalmente verídico . Voy a ser más cruel frente a este análisis que muestra lo que han sido las privatizaciones de los recursos naturales Chilenos. Cada día que pasa vemos cómo se agrava el tema de lo que fue privatizado , Los que permitieron todos estos estragos para los Chilenos hay que expresarles el repudio de todos los Chilenos que han sido aplastados como cucarachas. No se tuvo ni siquiera la más mínima oportunidad de participación en las decisiones de . estas privatizaciones . Estamos constantemente recibiendo las estocadas de los dueños de estos recursos básicos y que los Chilenos debemos de repagar mes a mes . Los agricultores tienen que conseguir agua para los cultivos poco menos que de rodillas frente a tanta inmoralidad del poder de los que se dicen ser dueños de este recurso de todos los Chilenos. Somos un país que todo servicio básico nos cuesta un ojo de la cara mientras algunos vecino poseedores de recursos como el gas y petroleo cuentan con el beneficio de tener a un precio bajo los servicios de recursos naturales para su gente. Los políticos Chilenos han compartido esta gran inmoralidad frente a la ciudadanía . Estamos consciente que esto debe tratarse y revertirse de todo lo que nos han quitado . Es el derecho que tiene todo Chileno de vivir con todos los beneficios que proporcionan los recursos naturales .Permitir que lo que les genera en dinero a los dueños del agua se vayan a otro País… nunca debió haber sucedido . Nos han estafado señores políticos hagan algo bien y comprométanse en beneficiar a todos los Chilenos. Señor Tapia su artículo vale , y es muy necesario para que muchos Chilenos tengan conocimiento del mal que han hecho al País .

  • Cristian Bone Soto

    Los recursos naturales nunca y en ninguna parte del mundo deberían ser tratados por políticos de turno. Un bien común, no puede ser transado como moneda de cambio frente a nada, ni nadie en particular..

  • http://www.facebook.com/Mrs.Bluesman Renata Moreno

    Consulta!
    ¿Qué ocurriría en casos como Antofagasta, por ejemplo, donde gran parte del agua potable para consumo y otros usos es agua de mar desalada? Entiendo que el agua de mar también es patrimonio de todos los chilenos, pero el proceso de desalado se logra gracias a inversión privada.
    Estoy sumamente de acuerdo con una recuperación de nuestros recursos hídricos, pero me pregunto qué ocurriría en estos casos.

    • Raúl Donoso

      Es que en ese caso se debe pasar a manos del Estado, a la empresa Aguas Antofagasta, hoy en manos del Grupo Luksic, quienes solo quieren lucro.