Termina una etapa y comienza otra para la selección chilena. Los entrenamientos para la Copa América finalizan y llegó la hora de que el técnico Claudio Borghi determine quienes representarán al país en el campeonato.
El último enfrentamiento que vivió la selección chilena fue de visita y con un equipo que tiene mayores pergaminos que el de Estonia. Nos referimos a Paraguay, ante el cual era importante para algunos jugadores establecer su aporte al equipo como para ser considerados en la nómina definitiva.
Sin embargo, el balance de esos 90 minutos de juego para algunos no fue auspicioso. Se consiguió un buen resultado, es cierto, no es fácil igualar sin goles a los paraguayos; pero el fúbtol que exhibió este equipo da para varias conclusiones.
No todos los que ingresaron tienen la fortaleza técnica como para transformarse en elementos adecuados y compartir responsabilidades en el comienzo de la Copa América, y creo que esto puede aclarar bastante al técnico.
Aunque Borghi quedó conforme con el desempeño y encontró adecuada la participación de algunos jugadores, este equipo mostró escasas actitudes ofensivas. En los 90 minutos jugados se le dio al rival imperfección en el remate , de tal manera que el arquero local pasó a ser simplemente un espectador en ocasiones.
Uno siempre espera que en un partido de esta naturaleza surjan o se exhiban los atributos que enmarcan el potencial de esta selección. Creo que el panorama no fue grato desde el punto de vista futbolístico y sólo las figuras tradicionales, que están cumpliendo con mayor regularidad fueron las que ratificaron el buen momento por el que atraviesan.