Siguen las negociaciones para elevar el techo de deuda en Estados Unidos, de manera de permitir volver a la estabilidad económica y no causar una nueva crisis financiera a nivel mundial.
El Congreso, controlado por los republicanos, es el estamento legislativo que permitirá lograr alcanzar un acuerdo sobre el problema de deuda de Estados Unidos y garantizar dicha estabilidad.
La Cámara de Representantes aprobó por estrecho margen, una propuesta republicana de reducir el déficit de su economía, aumentando el límite de la deuda nacional en 2,4 billones de dólares a cambio de mayores recortes fiscales y una enmienda constitucional para prohibir por ley los presupuestos deficitarios. Condiciones con escasas posibilidades de sobrevivir en el Senado, de mayoría demócrata.
La iniciativa se da cuando quedan 14 días para que EE.UU. se quede sin fondos para cumplir con todas sus obligaciones, aunque tanto el Congreso como la Casa Blanca trabajan contrarreloj para impedir una suspensión de pagos.
Para entender el origen de la confrontación que amenaza con poner en duda la solvencia crediticia, los republicanos, se oponen a cualquier plan de reducción de déficit que implique subidas de impuestos, algo que para el presidente Barack Obama y los demócratas es irrenunciable.
El no acuerdo, se refleja e inunda diferentes tendencias de los mercados accionarios de mundo. Un ejemplo ayer Wall Street no tuvo un día demasiado fino. Los inversionistas están preocupados por el hecho de que no avancen las negociaciones. Aunque en algunos exista el convencimiento de que se llegará a puerto tarde o temprano.
Como vemos la polarización de poderes partidistas, no sólo son tema de esta gran potencia, si no que a nivel mundial. Entonces ¿de qué depende el avance?…
Va por la misma vía que en Chile, la no mezquindad de los políticos y mirar el bien común del país.