El gobierno socialista griego ha logrado aprobar raspando nuevas medidas restrictivas impuestas por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) como condición de un nuevo paquete de ayuda financiera sin el cual habría caído en default en unas semanas.
Sin embargo, mientras los acontecimientos anteriores de la crisis ciertamente tenían todos los elementos de una tragedia griega (τραγῳδία), los de ahora se asemejan más a una comedia (komoidía).
Este autor ha tenido el raro privilegio de ser testigo directo, sobre el terreno mismo, de los principales momentos de la crisis mundial en curso. Pudo seguirla a diario durante un año y medio desde el corazón de Europa por las páginas del diario londinense Financial Times.
En un editorial famoso de julio del 2007 se propuso informar verazmente y sin eufemismos a sus lectores acerca de la hecatombe que se desataba a partir de ese momento y más tarde ha obtenido todos los premios internacionales por dicha cobertura.
La noticia de la caída del banco Northern Rock, con la ya clásica foto de sus depositantes haciendo cola para retirar sus dineros, la leyó sentado en un banco de la City de Londres.
Vio los titulares luminosos de Times Square en Nueva York mientras anunciaban la quiebra de Lehman Brothers. La asimisma famosa foto de portada del Financial Times que mostraba a una operadora bursátil bastante agraciada tirándose los rubios cabellos mientras veía espantada derrumbarse simultáneamente todas las clases de activos financieros la observó, de todos los lugares del mundo ¡En el Partenón!
Resulta inevitable recordar esos momentos al momento de escribir estas líneas en Cataluña, mientras sigue al minuto la votación del Parlamento griego el día miércoles 29 de junio del 2011.
Aleka Paparriga, Secretaria General del Partido Comunista de Grecia, que ha encabezado las gigantescas y reiteradas manifestaciones populares contra las medidas impuestas, declaró en el Parlamento: “Estamos siendo chantajeados nuevamente… Grecia está quebrada. El gobierno lo llama una crisis, pero esos son los hechos. Estamos quebrados.”
El Financial Times reproduce gustoso sus declaraciones porque está completamente de acuerdo con ella.
A lo largo de meses ha venido insistiendo en lo que expresa muy bien Mervyn King, Gobernador del Banco de Inglaterra, en declaraciones publicadas el día 24 de junio del 2011 por el diario británico: “Desde el principio mismo de esta crisis … Una gran cantidad de gente ha querido creer que se trata de una crisis de liquidez,” dijo Sir Mervyn. “No lo ha sido, no lo es. Y hasta que aceptemos esto, nunca encontraremos una respuesta a la misma. Ha sido una crisis basada en la solvencia… Inicialmente instituciones financieras y ahora soberanas.”
El editorial del Financial Times , apenas conocido el resultado de la votación del parlamento griego resume bien la situación: “El día del reconocimiento ha sido pospuesto.”
Menciona que este resultado eventualmente permitirá a la UE y el FMI pasar a Grecia otros 12 mil millones de Euros para pagar sus compromisos de agosto venidero.
Adicionalmente, recuerda la propuesta francesa de unos días antes, según la cual los bancos acreedores se comprometen a “bicicletear” un 70 por ciento de la deuda griega en su poder, extendiendo a treinta años el vencimiento de la mitad de la misma y traspasando otro veinte por ciento a pagarés de la UE.
El editorial mencionado del Financial Times estima que de implementarse, esta propuesta reduciría a la mitad el “recorte de pelo” de los acreedores, que debería ser de al menos un 70 por ciento según es generalmente aceptado, según el diario británico.
Sin embargo, en la misma edición el comentario de James Mackintosh, editor de mercados del diario, descalifica el plan francés diciendo que a pesar de “su innegable picardía,” solo proporciona un pequeño subsidio a Grecia. “El plan provisional los vería ‘bicicletear voluntariamente’ un 70 por ciento de los pagos pendientes, es decir, reemplazar los pagos por nuevos bonos griegos. De este modo, por cada 100 euros que debería pagar, Grecia se quedaría con 50 y prestaría 20 a un vehículo especial de inversión de la UE que a su vez compraría bonos seguros con los cuales garantizar el pago de amortizaciones a los bancos acreedores. Grecia pagaría un interés de hasta 8 por ciento. Eso es apenas un poco menos del 11,2 por ciento que pagan actualmente los bonos a treinta años.”
Todo este enredo, concluye Mackintosh, “no cambia el juego para Grecia.”
El editorial mencionado, concluye por su parte que “A lo largo de la crisis de la eurozona, la UE ha insistido en pedir a Grecia que haga lo imposible para postergar lo inevitable. Este esquema no puede funcionar indefinidamente.”
Lo cómico de todo este asunto es que la pomposa UE está haciendo con Grecia exactamente lo mismo que La Polar en Chile, es decir, renovando automáticamente créditos que sabe que son incobrables. Una auténtica comedia griega.
Sin embargo, afuera en la calle, se hace presente con fuerza el otro aspecto del carácter de este pueblo maravilloso: su heroísmo a toda prueba.
Han encabezado la lucha multitudinaria de los europeos contra este intento farsesco de forzarles a un sacrificio de décadas con el único propósito que el Estado asuma el pago puntilloso a banqueros que prestaron irresponsablemente a empresarios insolventes, dinero que ya han recuperado con creces por los intereses ya pagados.
En España, miles y miles movilizados por los “indignados” están marchando en estos precisos días desde todos los pueblos y ciudades hacia Madrid, exactamente con el mismo propósito.
En Chile, cien mil estudiantes han salido a las calles una y otra vez, para exigir el término de un esquema que hace recaer sobre ellos y sus familias casi todo el costo de una educación cara, segregada y mala.
¡Ya veremos quién gana!