El Presidente Sebastián Piñera presentó en cadena nacional de televisión la propuesta del Gobierno en materia de educación, con la que responde a las movilizaciones de las últimas semanas.
Una iniciativa decepcionante y ambigua que no se hace cargo de los temas centrales: la desmunicipalización, modificar el sistema de financiamiento de la educación superior y, especialmente, terminar con el lucro.
En el caso de la administración municipal no hay ninguna propuesta concreta para eliminar el actual sistema que ha fracasado estrepitosamente y que explica, en buena parte, el deterioro de la Educación Pública. En materia de financiamiento de la educación superior, se mejoran las condiciones a través de reducir las tasas e incrementar las becas, pero las familias seguirán teniendo que aportar grandes sumas para ver a sus hijos obtener un título profesional o técnico.
Respecto del lucro, sólo se habló de sincerar, lo que significa legitimar el fraude actual y que buena parte de los nuevos recursos anunciados irán a parar al bolsillo de los sostenedores y propietarios de colegios y universidades privadas.
El Gobierno enfatiza en los 4.000 millones de dólares comprometidos por el Presidente Piñera, el Fondo para la Educación, FE.
El problema es que al Gobierno le tenemos muy poca fe, pues sus promesas rara vez se concretan y si eso ocurre llevan tanta letra chica que el anuncio se diluye.
En este caso, no se habla de gasto, sino de fondo, lo que implica que los recursos están disponibles, pero no se invierten necesariamente ni de una sola vez. Las cantidades en educación son engañosas.
La Jornada Escolar Completa cuesta unos 250 millones de dólares por año.
La subvención preferencial otro tanto. Tampoco se dice en cuántos años se gastarán. Ya se habla que la subvención preferencial se duplicará en ocho años y no en este Gobierno y que sólo eso ocupará más del 50% del FE.
Por último, nadie sabe de dónde saldrán los recursos.
Hace un año, se acusaba a la Concertación de impedir la reconstrucción por rechazar un ajuste tributario de 3.200 millones. Hoy sacan 4.000 de un sombrero de mago.
En resumen, una respuesta similar a las soluciones ofrecidas a los clientes y usuarios afectados por las repactaciones de La Polar: transparentar las cosas, mejorar algunas condiciones, bajar un poco las tasas de interés y fiscalizar mejor mediante una Superintendencia (casi un SERNAC universitario).
Las respuestas de fondo seguirán esperando.