Para los puristas, es cierto que la superficie tradicional del tenis en nuestro país es la cancha de arcilla.
Prácticamente todos los clubes nacionales tienen sólo canchas de polvo de ladrillo y sólo algunos recintos cuentan excepcionalmente con algunas canchas rápidas como ocurre con el Estadio Español, San Carlos de Apoquindo, el Club Providencia, etc. Pero este tipo de piso cada vez se extiende más en el mundo y el circuito de la Asociación de Tenistas Profesionales, ATP, cada vez incluye más competencias en esta superficie.
Ahora bien, la razón que acaba de entregar la Federación de Tenis de Chile, encabezada por José Hinzpeter, apoyada por el Director Técnico Nacional, Hans Gildemeister, de determinar que el encuentro por la ronda de permanencia en el Grupo Mundial, conocida como “repechaje” frente a Italia los próximos días 16, 17 y 18 de septiembre se jugará en el Court Central del Estadio Nacional y adicionalmente en superficie rápida, por lo que se sustituirá la tradicional arcilla por un piso de cemento, parece muy apropiada ya que además contó con el apoyo más importante que es el de los jugadores del equipo nacional.
Fernando González que será esta vez el pilar del equipo, se formó tenísticamente luego de irrumpir en el país como promesa infantil, en las canchas duras de Miami, y ha tenido sus mejores logros en canchas rápidas, como la final de Australia, los cuartos finales del US Open, las semifinales de los Master 1000 de Miami y Cincinatti . Así como sus medallas de oro, plata y bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas y Beijing las logró también en canchas duras.
El actual número uno según el ranking ATP Paul Capdeville también manifestó que sus mejores resultados han sido en esta moderna superficie, recordando sus segundas rondas en Australia y en el USOpen.
Y no podemos olvidar que los logros mas importantes de Nicolás Massú, siempre importante en los encuentros por Copa Davis, los consiguió cuando ganó las medallas de oro en singles y dobles en las pistas rápidas de Atenas 2004, además de octavos finales de US Open y la final del Master 1000 de Madrid en canchas rápidas.
Además hay otro hecho muy importante. El compromiso será el fin desemana de Fiestas Patrias que es a los pocos días haber finalizado el circuito de verano de Norteamérica que dura cerca de dos meses y que culmina con el Abierto de Estados Unidos en Flushing Meadows, precisamente en esa superficie.
Es decir nuestros jugadores, tanto los que entren a los cuadros de esa fase como los que disputen las rondas de clasificación lo harán en ese piso y por cierto será mucho más fácil adaptarse a la superficie que se preparará en el Estadio Nacional.
Sin duda puede ser un problema adicional para el equipo italiano que vio con buenos ojos el escenario escogido por Chile.
Pensemos que Fabio Fognini, su actual número 1, no tiene actuaciones destacadas en canchas duras y lo mismo ocurre con Potito Starace, el treintañero singlista, que alcanzó su mejor actuación en tercera ronda de la arcilla de Roland Garros.
Y en suma, considerando las actuaciones en Copa Davis en canchas duras, Italia sólo ha logrado imponerse en los últimos años a los modestos equipos de Luxemburgo y Holanda.
Por lo tanto, si nuestros jugadores han tenido sus mejores logros en canchas duras, a lo largo y ancho del mundo, es lo más aconsejable adecuar nuestro principal recinto tenístico a ese piso, aunque a más de alguno pudiera sorprender esta irreverencia de modificar este superficie que nos llevó hace 35 años a disputar, precisamente la final mundial de la “ensaladera de plata” en cancha de arcilla.