El Senado repuso en el Proyecto de Ley de Partidos Políticos, el requisito de paridad de géneroen la composición de los órganos colegiados de estas colectividades, lo que la Comisión Especial de Probidad y Transparencia de la misma cámara, había eliminado la semana pasada.
Esto último constituía un evidente retroceso en la idea de promover la participación de las mujeres en el quehacer político y social del país, tomando en cuenta que representamos la mitad de la población y por tanto, restarnos de esta instancia es privar a nuestra nación de la riqueza que implica contar con nuestros puntos de vista, opiniones y acciones, de acuerdo a nuestras experiencias de vida.
Cabe recordar que la iniciativa inicial, planteada en el proyecto de reforma a la Ley de Partidos presentado durante el 2015 por el Gobierno de la Presidenta Bachelet y aprobado en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, apunta a evitar una presencia tanto de hombres como mujeres superior al 60%, como una forma de garantizar a éstas últimas, un mínimo aceptable de participación activa al interior de las colectividades políticas.
Es evidente que una de las principales formas de asegurar la mayor representatividad de las mujeres en la política, es justamente garantizar su presencia activa en espacios, como los partidos políticos, que promuevan la participación ciudadana en la vida democrática nacional.
En este sentido, desde su creación hace 25 años, la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer PRODEMU, ha generado herramientas orientadas hacia la participación de las mujeres en los distintos espacios de la sociedad.
En la actualidad, y como una forma de apoyar la instalación de la Agenda de Género del Programa del Gobierno, la Fundación está realizando un trabajo dirigido a promover en las mujeres la toma de conciencia sobre la necesidad de movilizar esfuerzos para relevar la importancia de su participación en los diversos espacios públicos e instancias políticas existentes.
Promover acciones que limiten lo anterior, como sucedió en la Comisión Especial del Probidad –y que afortunadamente fue corregido en el Senado- no sólo atenta contra la paridad de género en el ámbito público y contribuye a deslegitimar al aparato político ante la comunidad, sino que en nada aporta a la idea de construir una sociedad más equitativa y justa para todas y todos.