11 ene 2016

La salud también debe ir a la escuela

Con mucha alegría recibimos la noticia de que las artes escénicas fueron aprobadas en la Cámara de diputados como una asignatura obligatoria del currículum escolar, haciendo un guiño a la recuperación de las humanidades, aptitudes y las mal llamadas “habilidades blandas” en la formación que cada chileno y chilena recibe, y que en los últimos años han perdido terreno frente a los contenidos casi hipertróficos como matemáticas, más ligados a la pruebas de medición (SIMCE) o de selección (PSU).

Con la formación en artes escénicas, Chile se abre a la posibilidad de que sus futuros ciudadanos tengan, entre otras cualidades, conciencia de su lenguaje no verbal (el cuerpo y los gestos) y para-verbal (uso de la voz, intención, inflexiones, etc), facilitando el desarrollo de estas mencionadas habilidades blandas, tan requeridas en el mercado laboral actual y que son reportadas por los empleadores como de alto valor a la hora de seleccionar a un trabajador: la justicia social gana mucho.

Nos subimos al carro entonces y ¿por qué no aprovechar el ejemplo y hacer lo mismo con salud?

¿Por qué no formar a todos nuestros escolares en competencias y conocimientos de salud?

Reflexionemos respecto de potenciales beneficios.

1) Enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión son prevenibles en la mayoría de los casos, pero lamentablemente no son curables. Así, una persona que comprenda desde su más temprana infancia la importancia de la alimentación y el ejercicio en su futuro, podría evitar llegar a desarrollar estos males, que en conjunto, afectan al menos 1 de cada 5 chilenos (y va en aumento). También el país completo ahorraría mucho en el tratamiento de pacientes crónicos y en las hospitalizaciones que sus complicaciones implican (infartos cardiacos, ceguera, amputaciones, derrames cerebrales y necesidad de diálisis como ejemplos).

2) Una persona informada en salud y empoderada de la misma, podría comprender el cuándo, cómo y dónde acudir ante una enfermedad, evitando así situaciones como ir al servicio de urgencias por un resfrío común, para el que no se necesita manejo médico y le será indicado beber abundante líquido y alimentos ricos en Vitamina C.Esta situación, que multiplicada en muchas personas explica en buena parte las eternas esperas de todos quienes acuden al servicio, implica atender tardíamente también a otras personas con una enfermedad de mayor gravedad.

3) Un escolar empoderado de su salud, puede ser un agente trascendental para la salud de su propia familia. Preguntará a su madre por qué se comen vienesas (que inducen desarrollo de cáncer gastrointestinal) y no brocoli (que ayuda a prevenir el cáncer gástrico) durante el almuerzo. Le recordará a su padre la importancia de comer sin sal por su hipertensión y ayudará a su abuela a googlear formas de combatir su diabetes.

Estos son pequeños ejemplos del potencial impacto, que llevado a números, podrían ayudar en la salud de los casi dos millones de diabéticos, las 5 horas de espera promedio en un servicio de urgencia y el billonario gasto en salud que cada año se realiza en estos problemas y que podría ser redireccionado a otras enfermedades que hoy deben y muchas veces no pueden, costear las personas individualmente.

Por eso y muchas cosas más, Salud y Bienestar, ¡obligatorio al escolar!

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  • Magdalena Espejo

    Excelente idea! Es necesario empoderar a la gente sobre su propia salud

  • Joy Ortiz

    Me parece interesante lo q plantea el columnista, pero así como conocer sobre salud es importante, hay montón de temáticas q se quedan fuera de la escuela. El desafío es quizás como incluir distintas perspectivas y el cuidado de las personas en las asignaturas que ya existen.

  • Paty Mieres

    Creo que por una parte está la idea, casi paradigmática, de que la escuela forma “futuras personas”, por ende la educación apunta a que estos potenciales seres humanos adquieran los conocimientos necesarios para aprobar las distintas instancias evaluativas que los conducirán a graduarse como adultos productivos, generando que se menosprecie el aporte que niños y jóvenes pueden realizar en pos de su salud y la de sus familias.

    Por otra parte, es absolutamente conveniente para la industria de la salud que sus públicos objetivos sean ignorantes al respecto. Hemos perdido, casi por completo, el poder sobre nuestro propio cuerpo, necesitando que otro, un “experto” nos diga que sentimos, por qué lo sentimos y qué hacer al respecto; pese a que muchas veces sabemos cómo prevenir y aliviar nuestras dolencias.

    En una época en donde las enfermedades por “estilo de vida” son pan de cada día, las farmacias se coluden, y los malls de la atención médica express abundan; la alfabetización en salud no sólo es un aporte, es urgente e imperativa.

  • Ivan

    Comparto! Creo! Apoyo!.
    Las artes escénicas son un bello paso hacia ciudadanos más conscientes de su cuerpo, habilidades y poder. Si sumamos la incorporación de contenidos asociados a salud, se crea un terreno propicio para que las personas mejoren la capacidad de relacionar sus hábitos, creencias y contexto con la generación de salud y/o enfermedad.
    Por lo tanto, la salud deja de ser un tema del equipo de salud y se transforma en un tema de tod@s

    Donde firmo?

  • Pro Juan Villagra

    Gracias por los comentarios. En verdad, como menciona Paty, parece muy conveniente para quienes lucran con la enfermedad, la falta de competencias de las gentes en el autocuidado, por lo que evidentemente no será un camino fácil para quienes queramos remar en contra. Respecto de las actuales asignaturas en la escuela… Evidentemente que sería necesario que tuviésemos ciudadanos alfabetizados en competencias digitales, críticos, con pensamiento científico y muchas otras, pero me da la impresión que las asignaturas, como hoy concebidas, no dan espacio a estos desarrollos. En el caso de la salud, creo que Ciencias naturales podría acoger el tópico salud, mas su enfoque “objetivista” dificultaría la interpretación y conexión con “lo divino” del ser. Qué decir de biología, física o química, que a menos que sea la biología del amor (Maturana), Fisica desde la relatividad en adelante o química orthomolecular… es bastante difícil que permita la amplitud de mirara que la salud y el bienestar requieren. Me parece que el camino requiere de reformulaciones profundas, para no caer en más de lo mismo y que las enfermedades sean tema de la psu y preuniversitarios.