Los vecinos y vecinas de Providencia tendremos en 2016 una nueva oportunidad de elegir las prioridades y visiones que guíen la administración de nuestra comuna. La elección municipal de octubre próximo someterá a nuestra opinión, manifestada en el voto, la posibilidad de dar continuidad a la administración encabezada por la Alcaldesa Josefa Errázuriz, o cambiar de rumbo.
Hace casi cuatro años, la Democracia Cristiana y quien escribe, asumimos el compromiso de apoyar al candidato que emergiera de una primaria amplia, a la que concurrimos convencidos del agrupamiento de vecinos en torno a un programa de futuro, generado de forma colaborativa, y que ponía acentos en la calidad de vida y en la reconstrucción de las comunidades locales.
Queríamos -y queremos- una comuna participativa, democrática y comunitaria y una Municipalidad al servicio de sus vecinos y vecinas, todos aspectos en los que hemos avanzado significativamente durante este período.
El programa, instrumento que recogió el trabajo de muchos, ha guiado parte importante del quehacer municipal y se ha ido cumpliendo sin dogmatismos ni artificios, dando cuenta de forma pública a la ciudadanía de lo que se ha logrado en estos años.
No cabe duda que en estos casi cuatro años, como probablemente en todo el país, se han develado nuevas necesidades para Providencia, nuevos desafíos y anhelos ciudadanos, cuyo logro debemos acometer con decisión, mas sin precipitación, cortoplacismo o improvisación.
Nuestra propuesta, que someteremos a la consideración de los ciudadanos y vecinos de Providencia, es renovar nuestro compromiso y apoyar a Josefa Errázuriz para lograr un segundo y último, (así lo planteó ella desde el primer día) período alcaldicio.
Una creciente preocupación por la seguridad ciudadana, que no se acalla ni con los positivos números que, comparativamente, muestra Providencia; la demanda por mejor calidad de atención en nuestra mejorada, pero aún insuficiente red de salud y el cuidado de nuestro entorno, no sólo en cuanto a aseo sino también a sustentabilidad son temas de aparición frecuente en las conversaciones con vecinos y sobre los que debemos poner atención en los años que vienen.
En un nuevo período, aspiramos profundizar lo logrado, y asumir los nuevos desafíos de la comuna de la misma forma –o mejor- que hace 4 años, con unidad.
Comprometemos nuestro trabajo para actualizar el programa municipal con el fin de hacernos cargo de aquellos aspectos que se han identificado como más complejos o que, a partir de lo logrado, surgen como nuevas prioridades.
Para ello, resulta fundamental mantener la unidad de las organizaciones políticas y sociales que durante esta administración han participado de este proyecto y proyectarnos al 2020 como la base vecinal que da sustento a una administración que va más allá de la izquierda y la derecha, que nace y vive por los vecinos de Providencia.
Invitamos a la unidad y la generosidad de los actores políticos y sociales de la comuna, lograr, sea en primarias o por la renovación de la confianza en la actual administración, una convergencia de ideas y voluntades en Providencia para continuar construyendo comunidad.
Creemos que hoy, más que nunca, es necesario crear comunidad y convergencia en Providencia.