La vigencia y respeto de los derechos humanos de primera generación, es decir los derechos establecidos en la declaración universal, es una característica esencial a una democracia. La libertad de prensa, de información y de comunicación, es otro de sus rasgos esenciales.
En nuestro país, la amenaza a la libertad de expresión no proviene de un exceso de normas que limiten esa libertad, sino de la fuerte concentración de la propiedad de los medios de comunicación en manos de unos pocos grupos económicos que presentan la realidad de acuerdo a sus intereses, afectando el derecho a informarse de la mayoría.
Esto lo vimos y lo sufrimos claramente en Dictadura. La dictadura no necesitó que su oficina de censura presionara a los medios más importantes, ya que éstos se mostraron siempre partidarios de ésta y se sumaron con entusiasmo a operaciones comunicacionales y montajes para cubrir las violaciones de los derechos humanos o para ocultar la corrupción dictatorial.
Han pasado 25 años desde el término de la dictadura y son muchos los reportajes e investigaciones periodísticas que han hecho luz sobre los crímenes de la dictadura.
Como no recordar a Patricia Verdugo o destacar el trabajo de investigación de Mónica González.Con la conmemoración de los 40 años del Golpe, los medios se volcaron a informar sobre lo ocurrido y quizás, por primera vez, a traer al presente el testimonio de las víctimas.
Las nuevas generaciones de periodistas tienen un rol vital en la promoción de los derechos humanos. Para ello es fundamental la preparación en las universidades con cátedras que se orienten a la educación en derechos humanos.
El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos con el Colegio de Periodistas de Chile crearon un reconocimiento para destacar a aquellos periodistas que en los medios masivos aporten con artículos o reportajes sobre memoria y derechos humanos. Se trata del Premio Periodismo, Memoria y Derechos Humanos entregado el viernes 18 de diciembre.
En su primera versión se premió al equipo periodístico de Raúl Gamboni y Ángeles Pacheco de Informe Especial de TVN por su reportaje “Los montajes de la dictadura”; donde investigaron en los archivos del canal para desenmascarar los montajes realizados para la prensa como el caso Rinconada de Maipú o de la Operación Colombo.
En radio fue reconocido Mario Antonio Guzmán, editor de ADN, quien ha tenido una amplia trayectoria en radios nacionales reporteando causas de violaciones a los derechos humanos en tribunales.
Lenka Carvallo fue premiada en prensa escrita por su entrevista en Revista Caras al abogado de derechos humanos Roberto Garretón: “En Chile no hay una democracia, sino una post dictadura”.
Con este premio queremos relevar la importancia del género de las investigaciones, reportajes y entrevistas periodísticas, sobre todo realizadas por nuevas generaciones de periodistas que incursionan con valentía y compromiso en el campo de la memoria y los derechos humanos.