15 dic 2015

Educación gratis, ahora todos quieren subirse al carro

Vamos mal con las reformas comprometidas por la Presidenta Bachelet en su programa y por las cuales votamos el 62 % de los electores. Sus detractores se encargan de bombardearnos a través de sus medios de que quedarían mejor a su manera. Con lo cual, salen trasquiladas del Parlamento o del Tribunal Constitucional, ese rezago pinochetista que nos vuelve a la situación del sistema binominal: unos pocos deshacen lo que aprobó la mayoría.

En la Reforma Laboral, han encontrado un subterfugio para invalidar la huelga con un curioso “reemplazo interno”. Los trabajadores no sindicalizados de una empresa harían la pega de los sindicalizados en paro. Para aminorar el golpe, le agregan una modificación al proyecto original: sólo podrían efectuarlo quienes, viniendo de otras faenas, hubieran realizado ésta alguna vez antes. ¿Cuántos no habrán  realizado la función de un compañero enfermo alguna vez? Esto  es “reemplazo interno” aquí y en la quebrada del ají.

Con la Reforma Educacional estamos pasando por un momento peor cuando se tergiversa la gratuidad. Antes de que Bachelet la enunciara en su programa de gobierno, nadie soñaba con que estudiar debía ser gratis para niños y jóvenes chilenos. Todos tenían que pagar y los que no podían, recibían una educación mediocre o mala.Entonces padres y estudiantes hipotecaban sus vidas con deudas interminables, pesadilla que persiste.

Ahora que ese sueño se hace realidad, la derecha, las iglesias y algunos sectores de la democracia cristiana que nunca hablaron de educación gratuita porque estaban y están en el negocio de la educación, no soportan quedarse abajo del carro del aporte estatal para aquélla. Y aunque no tienen los mismos méritosde las Universidades del CRUCH–calidad, organización democrática, sin lucro -reclaman el mismo trato haciendo mal uso del término “discriminación”.

“Discriminar” es dar trato inferior a personas con las mismas cualidades esenciales de ser humano, priorizando otras superficiales distintas (rasgos físicos, síquicos o culturales).La famosa “glosa de la gratuidad” del proyecto de ley, que además es transitoria, solo para 2016, no habla de estudiantes, sino de establecimientos que no cumplen los requisitos para atenderlos como se debe.

Todos sabemos que el panorama actual nos ofrece Universidades y universidades. Las primeras son las de histórica trayectoria académica, que nacieron para buscar, crear y entregar conocimiento, y que nunca quisieron lucrar con su servicio. Las segundas deben rendir examen periódicamente del primer requisito y ahora también abandonar cualquier vestigio de lucro que tuvieran, por ejemplo, a través de empresas relacionadas.

Tenemos un acuerdo general básico de que el dinero del fisco, es decir, de todos nosotros, no puede contribuir a alimentar los bolsillos de ningún privado. Es lógico que en una primera etapa, hasta que cumplan con todas esas condiciones y con la última en especial, deben quedar afuera hasta que los reúnan.

¿Quién puede estar en contra de que para una educación superior gratuita  se entregue plata fiscal a Universidades acreditadas (calidad), con organización interna democrática (participación) y que no utilicen para su peculio el dinero de todos los chilenos (sin lucro)? Son requisitos mínimos para que no ocurra más el fraude sufrido por los estudiantes de la Universidad del Mar.

La mayoría quiso la gran reforma educacional al votar a Bachelet hace casi dos años. Y el Parlamento aprobó la “glosa” o párrafo de la gratuidad hace pocas semanas.Entonces, los que no quieren cambiar de escenario recurren a uno de los enclaves de la Constitución pinochetista, el Tribunal Constitucional, guardián del Estado solidario, ese que apuntala a los privados para el éxito de sus empresas sin importar donde van las ganancias.

Una vez más, una minoría tranca la voluntad de la mayoría. Urge cambiar la Constitución.

Mientras llega ese día, la Presidenta, consciente de su compromiso, se ha puesto los pantalones (mejor, afirmado la pollera) y ha dicho: “Quieren frenar la gratuidad, no lo van a lograr” y que en 2016 “la gratuidad… va”.

¿Cómo sigue esta contienda entre poderes? Vea el próximo capítulo.

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  • RuizMnica

    Eso era lo que a simple vista y sin pensar en un análisis mayor se veía venir. La intenciones fueron siempre lucrar hasta dejar a las familias endeudadas por siempre , hasta consumirles la vida con deudas . El juego entre bancos préstamos créditos llegó a su culminación , cuando se palpó claramente que nos e podía seguir a ese tranco. Llenos de universidades privadas creadas sin control por todos lados salían a paso, al ataque a ver quién lucra mejor. Hoy aún se deja ver el exceso e inescrupulosos actos de propaganda de esas Ues Privadas , para ir a la conquista de los ingenuos que quieren estudiar y dejarse enganchar por esta gente que . Nadie se escapa , carteles por doquier , en micros en los altos de edificios , en radios etc… todos han aprovechan de conquistar como sea a los más débiles de este debilitado y deforme País. Desde luego esto no corre para países con otras miras , la preocupación va por el lado de tener una educación a flor de piel que brille y forme buenos profesionales . Quiten de una vez la propaganda comercial … que eso es lo que es. Busquen otra forma de hacerse propaganda haciendo y sacando buenos profesionales… La Universidades tradicionales tienen desde luego un amplio terreno con el esfuerzo de todos los que han pasados por esas aulas , y profesores que ejercen con ese aire respirable de un poder trabajar y educar y profesionalizar a los futuros Chilenos que servirán honestamente a sus iguales. No pueden pretender estos comerciantes de la educación ir por el camino de la gratuidad AHORA… ganárselo es lo prudente , la honestidad y el esfuerzo como muchos otros lo hicieron. Muchos años llevan ya las Universidades tradicionales tanto , tanto como las que están en la Capital como en regiones. Estas últimas las regionales verdaderas fuerzas de ciudadanos cuya mirada fue ir por el buen camino para elevar y crear todo lo que una universidad debe aportar en la formación de los individuos en su formación en vedad y disciplina.

  • Cristián Esteban

    Creo que el fondo de la discusión es correcto, gratuidad para todos, pero la forma como se hacen las cosas en este gobierno son ineficientes, poco planificadas y a un costo general para el pais muy elevado. En especial para todos los que somos de clase media… la que paga generalmente todo lo que el gobierno de turno quiere politizar…. demagogia y venta de humo…

    • RaulFernandoAceitonAguilar

      Esteban..que lastima que tu incomprension de lo que lees te cierre el entendimiento..lo que explica la Sra. Baltra es lo que ha sucedido con todas las Reformas de Bachelet..perteneces a ese 7% de los que siguen a una derecha recalcitrante y solo te queda la frustracion de no aceptar lo que la mayoria esta pidiendo. atte.