11 dic 2015

¿Legalizar la marihuana aumentará los delitos?

Mediante una indicación, el Poder Ejecutivo, limitó el proyecto que modifica la Ley 20.000, especialmente en cuanto al porte y cultivo de marihuana. Con independencia de si existen razones técnicas que lo justifiquen o se intentó destrabar el proyecto, resulta relevante insistir en los efectos de la legalización.

Me haré cargo brevemente de uno de los aspectos relevantes a la hora de discutir sobre el proyecto de ley: los efectos de la legalización en la tasa de delitos que generalmente se vinculan con el uso y comercialización de la marihuana. Tomaré como ejemplo las nuevas regulaciones en EE.UU.

En primer lugar, se debe distinguir entre los efectos de las leyes sobre marihuana medicinal (MML) y de aquellas en que directamente se permite el cultivo, comercialización y uso recreativo.

Respecto de las MML, a partir de 1996, 23 Estados más el distrito de Columbia han aprobado este tipo de regulaciones. Pácula y Kilmer (2003) encontraron una relación positiva entre estas leyes y el aumento de ciertos delitos violentos, pero en su análisis concluyen que es posible que esta relación se deba más bien a que “los consumidores de marihuana que participan en delitos son más propensos a ser arrestados”.

En tanto, Morris y otros (2014), concluyen que este tipo de leyes no afectan al alza de la tasa de otros delitos y que puede estar relacionado a la disminución de homicidios y asaltos.

Se podrá objetar que se trata de leyes que no permiten el cultivo y comercialización para efectos recreacionales y que, por eso mismo, no afectarían la tasa de otros delitos.

Sin embargo, Alford (2014) distingue entre las MML que permiten el cultivo para fines medicinales y las que obligan a comprarla en tiendas, concluyendo que solamente las segundas pueden vincularse a un aumento de delitos, especialmente, porque deben trabajar con dinero en efectivo, ya que como sigue siendo ilegal, a nivel federal los bancos no permiten el uso de medios electrónicos de pago. Así, las MML que permiten el cultivo personal, están vinculadas a la disminución de la tasa de ciertos delitos, por lo que el diseño del mercado resulta fundamental para determinar sus efectos.

Respecto del cultivo, comercialización y uso recreacional, el Estado de Colorado lleva la delantera en cuanto a su implementación. Las estadísticas dan cuenta de la disminución de arrestos y el ahorro en costos del sistema judicial, aumento de recaudación de impuestos, descenso de muertes en accidentes de tránsito y una serie de beneficios económicos. (1)

En la ciudad de Denver, durante los 11 meses siguientes al inicio de la aplicación de la nueva normativa, los delitos violentos bajaron en un 2.2%, los robos con fuerza un 9.5% y agresiones contra la propiedad un 8.9%. Su política de “aproximación colaborativa” ha tenido impactos positivos no sólo respecto del descenso de ciertos delitos, sino que también en el uso de impuestos provenientes de la venta de marihuana a programas específicos de prevención y educación.(2)

No es posible sostener que lo que haya sucedido en EE.UU. ocurrirá en Chile. Lo que sí se puede sostener es que existe contundente evidencia de que la legalización por si misma no aumenta la tasa de otros delitos y que, más bien, se puede vincular a la baja de algunos tipos de delitos según la forma concreta de regulación de su producción.

Además, es posible asegurar que una política tan importante como la de drogas (incluyendo el alcohol) se debe hacer de manera seria y profesional, por lo cual, no podemos pasar del fracaso de la ‘guerra contra las drogas’ a un fracaso de la legalización.

(1)http://www.drugpolicy.org/sites/default/files/Colorado_Marijuana_Legalization_One_Year_Status_Report.pdf

(2)https://www.denvergov.org/content/dam/denvergov/Portals/782/documents/CCD15002-MrjnAnnlRprt_5.5×8.5noCrops.pdf

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