Hace un par de días un grupo de actores y rostros de la televisión protagonizaron un video titulado “No me gusta”, donde se aborda en forma parcial y sesgada la escalada de violencia que se está registrando en Israel.
Cabe señalar que desde comienzos de octubre, y como consecuencia de la agresiva participación de Mahmoud Abbas en la Asamblea General de la ONU, activistas palestinos iniciaron una serie de ataques y atentados contra civiles israelíes en Jerusalén y otras ciudades israelíes. En tan solo 10 días se registraron 17 ataques y apuñalamientos.
El video preparado en Chile por el Comité Central de Instituciones Palestinas presenta conceptos errados, basados en la falta de conocimiento de lo que realmente sucede en Israel. Adicionalmente, sus protagonistas, este grupo de actores, se suman al tradicional doble estándar de las entidades palestinas, que ignoran totalmente los derechos humanos cuando no se trata de su propia causa.
En efecto, en cuatro años de conflicto en Siria han muerto diez veces más personas que en todo un siglo de conflicto palestino-israelí, y sin embargo nunca hemos visto a estos actores alzar la voz por los niños sirios, ni a los dirigentes palestinos apoyar flotillas por la paz rumbo a Siria.
Cuando se defienden los derechos de un pueblo y se desestiman los de otro, se entrega un mensaje contradictorio, y en ese caso las motivaciones de este tipo de campañas mediáticas, más que humanitarias, parecen ser solo comunicacionales.
Aunque la actuación es un trabajo como cualquier otro, los profesionales de este rubro deberían considerar que como líderes de opinión tienen la responsabilidad de promover la paz y no de generar odiosidades. Para esto, es imprescindible hacer gala de altos estándares morales y actitudes mesuradas.
Asimismo, resulta lamentable la actitud de la Federación Palestina de Chile, que se dedica sistemáticamente a generar discordia y a enrarecer el ambiente entre ambas comunidades y entre ambos países.
Un viejo refrán dice que palabras sacan palabras. Yo creo que la suma de palabras imprudentes e imágenes parciales es una combinación muy negativa. Por eso, hago un llamado a terminar con los intentos de demonizar a Israel, ya que las semillas de odio que se están plantando hoy pueden germinar en acciones que lamentaremos mañana.