Esta semana, la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados aprobó, en su primer trámite constitucional, la adhesión de Chile al Tratado Marrakech, instrumento que facilitará el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso.
En Chile hay más de 2 millones de personas que sufren de algún tipo de discapacidad, de los cuales alrededor de un 19% se relaciona con la discapacidad visual. Mientras muchos de nosotros gozamos de un amplio acceso a la información y al conocimiento, hay personas que día a día deben superar grandes barreras para acceder a este en un formato que se ajuste a sus necesidades.
Una de las metas del programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet es hacer de Chile un país más justo e inclusivo y abordar este tipo de realidades desde una manera integral, permitiendo brindar mayores y mejores oportunidades a las personas con discapacidades.
Es en este contexto que el Tratado de Marrakech, negociado en el marco de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), constituye un hito internacional en esta materia, dado que dio cuenta de la falta de acceso a la información y conocimiento en formato accesible para las personas con discapacidades visuales y asimismo, reconoció la necesidad de establecer una excepción especial en materia de derechos de autor, para facilitar la adopción de obras publicadas a un formato viable.
Una de las características más importantes del Tratado y que fue negociado arduamente por los 188 países miembros de la OMPI, es que una vez que entre en vigencia, facilitará el intercambio a nivel mundial de ejemplares en formatos accesibles para personas con discapacidades visuales, permitiendo ampliar la variedad y cantidad de obras para estas personas en Chile.
El Tratado de Marrakech fue adoptado el 27 de junio de 2013 y ya ha sido firmado por más de 80 países, incluido Chile, motivo por el cual sus disposiciones tendrán efectos multiplicadores para un gran sector de la población mundial. Éste permitirá que las personas en situación de discapacidad visual y otras discapacidades para acceder al texto impreso en Chile puedan, entre otras actividades, reproducir, distribuir e importar, obras en formatos especialmente adaptados a sus necesidades, sin que sea necesaria la autorización de los titulares de derechos de autor.
Con esto, podremos brindarle a nuestra población mayores y mejores oportunidades a futuro, toda vez que podrán tener un mayor acceso al conocimiento e información contribuyendo a su formación y educación.
Con este primer paso dado en el Congreso, esperamos en un futuro cercano concluir el trámite de ratificación por parte de Chile. Así, nos sumaremos al consenso mundial, dando una clara señal de apoyo y compromiso con los discapacitados visuales de nuestro país.