23 jul 2015

El celibato sacerdotal

En la iglesia primitiva no hubo sacerdocio, la comunidad estaba habilitada para celebrar la eucaristía, pero con el tiempo se instituyó prácticamente el “ministerio sacerdotal”: presbíteros, epíscopos encargados de celebrar la eucaristía. Un concilio les impuso la obligación del celibato. Sin duda influyeron los monjes en el surgimiento de esta obligación. No fue fácil introducir esta novedad. Se impusieron castigos severos contra las mujeres convivientes con sacerdotes.

La reforma protestante y la diversidad de cultos que suscitó han cuestionado la institución del celibato sacerdotal pero ésta ha sido firmemente reforzada por la reforma católica, por el Concilio de Trento.

Hoy día múltiples cambios culturales, pastorales, sociales han despertado variados cuestionamientos al celibato sacerdotal.

Mi tesis es que el celibato sacerdotal ha favorecido y sigue favoreciendo la división de la iglesia entre jerarquía y fieles, siendo así que tanto los orígenes de la iglesia como el postulado del Concilio Vaticano II piden que la iglesia sea realmente una comunidad de fieles y todos estemos igualados como Pueblo de Dios. La historia de la primitiva iglesia nos muestra que la nota comunitaria fue dominante en los comienzos y esto se rompió con la admisión de la iglesia como religión oficial del imperio. Al menos se advirtió la tendencia a constituirse centros de poder dentro de la comunidad cristiana.

Los epíscopos, presbíteros constituidos en autoridad, tendían a apoyar esta autoridad como originaria, como institución divina. También quisieron apoyar su autoridad religiosa en el poder civil que el imperio les concedía.

Entonces se impuso el celibato. El celibato cubría el poder con la nota de sacralidad. El poder político que adquirió la Iglesia hizo que se constituyera una “jerarquía” dominante en contraposición con la masa de los “fieles”. Estos fieles no tenían voz ni voto, prácticamente no pesaban y casi no existían como parte integrante de la iglesia.

La reforma quiso reaccionar contra esto pero el concilio de Trento estabilizó esta situación. Ha sido el Concilio Vaticano II el que ha marcado la meta de que la iglesia sea verdaderamente una comunidad de fieles, el pueblo de Dios. Pero el celibato mantiene la división entre clero y fieles.

El clero célibe y con poderes, los fieles a veces desconocidos como auténticos miembros de la iglesia. Hoy se oye a católicos que critican “la iglesia” siendo ellos mismos iglesia, pero no lo reconocen en su lenguaje.

El celibato tiende, como dijimos, a que el clero se sienta superior, más espiritual, más iglesia con los inconvenientes que esta discriminación representa. Por esto la supresión del celibato obligatorio me parece una medida conveniente. Tendría que abarcar a sacerdotes y a obispos.

Tendría también, evidentemente, que efectuarse en conjunción con una clarificación doctrinal. La autoridad episcopal no viene derivada del evangelio mismo. El episcopado es un ministerio eclesial, no divino (procedente de Cristo mismo).

Digamos finalmente que con esto no queremos en ninguna forma descalificar o disminuir el valor que tiene el celibato. El celibato individual es un obsequio a Dios, una consagración integral a su servicio, pero no puede reivindicar una excelencia institucional en el sentido que fundamenta una situación de privilegio.

Se da un valioso y fructífero celibato en la vida monacal, en la vida religiosa, en las comunidades apostólicas o institutos seculares. También debemos valorar la opción por el celibato que puede tomar –y de hecho toma- el sacerdote diocesano.

Pero en cambio un celibato que refuerza la separación del clero en su dimensión principal (exceptuando el sector de los diáconos casados), no favorece la unidad de la comunidad eclesial.

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  • Jorge

    Creo que entender el celibato como medida disciplinar o como “sacralización” del presbítero, es una mirada muy corta de lo que verdaderamente significa, una entrega total a Cristo y su Iglesia, sin dejar ningún aspecto de la vida del sacerdote, entregando su todo al esposo, que es Cristo y a su esposa la Iglesia.
    El celibato es un don y una gracia que se debe pedir a Dios para vivirla.

    • JorgeCH

      Que interesante. Al parecer Dios entrega el “don y la gracia” a cualquier sacerdote. Con razón existen tantos desmanes clericales.

    • Alejandro Salinas

      Hay que pedirle a Dios la gracia del celibato, es verdad, pero estaremos de acuerdo que, o los sacerdotes no la piden mucho o Dios no la concede demasiado. Ya que el celibato tiene bien poco que ver con la reprobable conducta de algunos, me temo que no pocos disque celibes.

  • Pablo Segovia Salman

    Interesante es destacar que
    el celibato es una instancia eclesial, que deviene de una necesidad que se vio
    en su momento histórico, para que el sacerdocio que se estaba instaurando y
    fortaleciendo, se refuerza en su necesidad practica y política. Por tanto,
    su sacralización y su puesta en escena a partir de verla como un don que tienda
    a unir más con Cristo, me parece triste y segregador. Una persona que opta por
    el celibato, no está más cerca de Cristo que otra que opta por vivir su vida en
    pareja, ya que incluso es de vital importancia para la Iglesia el que tanto el
    sacerdocio sea un sacramento y el matrimonio igual, no uno mejor que otro, y si
    todo sacramento es un medio de salvación en Cristo, no puede un medio excluir a
    otro. Por ello, que un sacerdote opte por vivir un matrimonio, en castidad y en
    vida comunitaria, abierta a la familia que viene con los hijos. Los sacerdotes
    y obispos han usado el celibato como un medio discriminador ante los laicos y
    eso no puede seguir pasando, ya que lo utilizan para justificar un estatus que
    ni Cristo mismo utilizo para él, que más parece de fariseos y sanedrines. Que
    misterio que pasáramos de tener una comunidad, pueblo de Dios, imbuidos del espíritu
    santo, a tener una cúpula célibe pero no por ello más santa, que busca diferenciarse
    mediante una negación, de quienes están llamado a servir. El celibato solo podrá
    ser un don y una opción cuando deje de ser obligación para quienes quieren,
    supuestamente, estar al servicio de otros. Por eso es tan distinto el celibato
    en las comunidades religiosas, el celibato tenga sentido, pero lo pierda en los
    sacerdotes diocesanos, en donde la comunidad esta tan ausente.

  • Jose

    Los sacerdotes en la mira …
    Qué pasa con los esposos que están llamados a la fidelidad y no la cumplen.?
    Qué pasa con los que están llamados a casarse y no se casan ?

    Qué excusa tienen ellos ? El celibato ?

    Es gran parte de la sociedad que no cumple sus vocación … y se enjuicia sólo al sacerdocio.

  • Víctor Marcelo Vergara Verdugo

    El celibato y la conformación de un clero (inexistente en el cristianismo primitivo, casi todos los apóstoles eran casados) fue un invento de Constantino, creador de la Iglesia Católica (universal) y enterrador oficial del cristianismo. Era obvio que una Iglesia donde todos eran una comunidad sin clases ni rangos se oponía a la orgánica de poder del Imperio Romano y, por lo tanto, había que quitarle la Iglesia al pueblo y dársela a un grupo de privilegiados de la clase dominante. Los papas eran, en esos tiempos, grandes patricios asociados al poder imperial. Aún hoy los obispos y cardenales son mayoritariamente miembros de una clase social (es cosa de ver sus apellidos).

    • http://patoace.wordpress.com Peregion

      Es falso que Constantino haya:

      * Creado la Iglesia. La Iglesia fue instituída por Cristo como se relata en los evangelios. Constantino ni siquiera era cristiano. Tampoco decretó que el cristianismo fuera la religión oficial del Imperio, eso lo hizo Teodocio 80 años después de Constantino.
      * Conformado un clero. El clero cristiano se remonta los apóstoles, tal como está descrito en el libro de Hechos.
      * Inventado el celibato: El celibato cristiano se instituyó en imitación al celibato de Cristo, y era una práctica común en comunidades místicas como los esenios.

      Solo por mencionar las mentiras en las primeras dos líneas. Sería bueno que se respetara la historia.

  • Francisca

    quizás el celibato sacerdotal tiene más que ver con tener completa disponibilidad al servicio de la Iglesia … la tristeza de Jesús cuando ve a la gente que está abatida, como ovejas sin pastor, y luego pide a Pedro tras preguntarle si lo quiere más que estos, que apaciente a sus ovejas. Siempre habrán Herodes y Caifás, pero también, anónimos que siguen dando sus vidas por amor a Dios y a los seres humanos, entre los pobres y los ricos. Y aveces, también, entre los sacerdotes.