En reciente reunión de la Bancada de la DC con el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés,no sólo hablamos del Imacec y de las cifras macro y micro económicas. Si bien revisamos cómo esto puede influir en el programa de gobierno, también pusimos sobre la mesa un proyecto de resolución que hemos defendido e impulsado desde el año pasado: el reajuste inversamente proporcional en las remuneraciones del sector público.
Esta iniciativa, que busca establecer un mecanismo escalonado de reajuste en los sueldos de los trabajadores del sector público, además de reducir la dieta parlamentaria, busca ir acortando, efectivamente, la brecha entre los ingresos más altos y más bajos del aparato estatal.
Le pedimos al Ministro Valdés que este proyecto, aprobado por la Cámara, que contempla una escala de sueldos, sea incorporado en el mensaje Presidencial que tendremos que debatir este segundo semestre con motivo del reajuste al sector público.
En este sentido, esta propuesta permite un reajuste escalonado que es inversamente proporcional al sueldo. Es decir, es una vía seria y realista de avanzar hacia una mayor equidad, asegurando que quienes reciben un mayor sueldo, no tengan un reajuste y baje el ingreso real, y que quienes perciben los sueldos más bajos en la administración pública, efectivamente tengan un reajuste significativamente mayor.
Al 2014 los sueldos más altos en la administración pública eran casi 32 veces mayores que los de quienes reciben las remuneraciones más bajas. Aplicando este reajuste que proponemos, inversamente proporcional, la relación sería de 10 a uno, permitiendo, efectivamente, disminuir brechas de desigualdad y contribuir a una mayor equidad.
En la práctica este reajuste va disminuyendo las dietas liquidas reales, al eliminar el IPC, el efecto crecimiento país y cual otro factor de incremento y reajuste. Con esta propuesta transformada en ley, al cabo de 5 años el menor grado de la administración, que es el 31 recibirá un ingreso líquido de $660.000 pesos, y el grado mayor recibirá 10.36 veces más, o sea $6.800.000 pesos, y no los casi $ 9.000.000 de pesos que recibirá de seguir aplicándose el reajuste salarial como en la actualidad, o sea un 25% menos.
Esta es una forma efectiva de comenzar a abordar el tema de la desigualdad en el país, asegurando que quienes perciben menos ingresos, reciban un mayor reajuste y que quienes tienen un mayor sueldo bajen sus ingresos reales.