Perplejo (a). (Del lat. perpléxus) adj. Dudoso, incierto, irresoluto, confuso.
Mientras el poder político se cae a pedazos por los cientos de actos de corrupción que hemos conocido por la prensa y nuestros líderes expresan con temor y preocupación que “han caído en una crisis de legitimidad ante la ciudadanía”, la Contraloría General de la República dicta un instructivo decretando ilegales los bingos organizados por pequeñas comunidades para recaudar fondos para causas sociales y el S.I.I. ha reforzado la fiscalización de las kermeses escolares que serían grandes evasores de impuestos.
Mientras caen ministros, empresarios y parlamentarios, vinculados en actos de corrupción, cohecho y coimas, de la más alta gravedad y por cierto, del más bajo nivel moral que habíamos presenciado, se renuevan los cargos con algunos que tienen prontuarios más delicados que los que salen. Y se mantiene la impunidad. En todos los partidos y grupos de interés. Pareciera que nadie se salva.
Políticos corruptos, empresarios que pagan para que las leyes queden a su antojo. Y nadie responde por nada. Mientras tanto, se suben los impuestos a las personas y los servicios son cada vez peores. Aumenta el abuso a la población en la misma proporción en que se destapan casos de corrupción.
Ahora se ha determinado, que los movimientos de los estudiantes son criminales y que las verdaderas víctimas son los que reprimen. Pero cuando aparece un estudiante herido por el chorro del “guanaco”, el Estado entrega como moneda de pago al suboficial de Carabineros que manejaba la manguera y las autoridades de esa institución no asumen la responsabilidad.
Los senadores con evasiones de impuestos siguen recibiendo sus jugosas dietas. Es más, declaran que se veían forzados a recibir coimas porque sus ingresos “no les alcanzaban”. Mientras tanto, en cualquier barrio normal, se clausura el negocio de la esquina porque la “señora Juanita” olvidó dar una boleta.
El mundo está al revés.
Y en el fútbol, mi otrora glorioso Cobreloa va de mal en peor. Después de caer al descenso por primera vez en su historia, en un final lleno de escándalos y abusos, se pensaba que el “compromiso” suscrito ante la ANFP forzaría la limpieza, pero no.
El lunes pasado, cuando una parte del Directorio presentaba al nuevo cuerpo técnico, la otra parte de los dirigentes entró al entrenamiento con Carabineros, para impedir que se diera curso, pues ellos traían a otro cuerpo técnico. Los jugadores, igual que el pueblo, simplemente desconcertados. Las autoridades enloquecidas.
Y en la FIFA, una jugada maestra de Mr. Blatter. Una salida de caballero. Logra salir elegido y renuncia. Seguramente debe haber mediado un acuerdo con el FBI, para evitar el escándalo y entregar información.
Ya nada sorprende. Y los de siempre siguen manteniendo el poder.
¿Qué viene ahora? ¿Qué habrá en la mente de la Presidente Bachelet? ¿Pensará en renunciar? ¿Elecciones anticipadas? De ser así, ¿quién podría ser candidato? ¿Hay gente sin manchas?
Por eso me declaro perplejo.Dudoso, incierto, irresoluto, confuso.
En medio de esta confusión, me refugio en los afectos. En la creación, en el arte.
Por eso, los invito a ver “Perplejo” del dramaturgo alemán Marius von Mayenburg. Una comedia del absurdo que trata de las relaciones interpersonales (de pareja y con la sociedad) en un medio en constante transformación. En un mundo sin utopías ni certezas, donde reina la confusión, pero con mucho sentido del humor.
Con la aguda dirección de Luis Ureta y cuatro actuaciones potentes y vivas de Sebastián Layseca, Begoña Basauri, Carlos Ugarte y la hermosa Macarena Silva. Está en la sala del teatro Finis Terrae, de jueves a domingo, hasta el 12 de Julio. En medio de toda esta locura, se va a reír.
Y por Dios que hace falta reírse un rato.