No es entendible que haya voces de especialistas que pidan la cabeza de Héctor Tapia en Colo Colo. Es posible, pero inentendible. Desde la mirada del hincha es comprensible, después de todo tener que aguantar cinco derrotas consecutivas, ver cómo quedan fuera de la carrera al título a manos de la UC y de la Libertadores en los descuentos, es más que suficiente para un club no acostumbrado a este tipo de rachas negativas.
Sin embargo, escuchar a comentaristas, personas doctas en el mundo fútbol pedir que B&N sacrifique a Tapia me resulta increíble. Es verdad, este semestre ha sido muy oscuro para Tapia, pero su ciclo ha tenido aspectos más positivos que negativos. Un detalle interesante: hasta hoy ha dirigido a Colo Colo en 56 partidos en el torneo local. De un total de 168 puntos posibles, ha logrado 122. 38 ganados, 8 empatados y 10 derrotas, cifras que cualquier técnico se las quisiera.
Reitero esta mitad del año ha sido mala, no ha dado con el tono de su equipo, ha enfrentado y protagonizados discusiones sin sentido, el equipo ha debido soportar expulsiones infantiles, perdió la pelea por el título frente a la UC, con una goleada que mostró un equipo sin reacción, sus contrataciones –a excepción de Suazo- no han sido el aporte que se esperaba (el caso de Luis Pedro Figueroa es dramático), pero lo que es peor y más grave, es el estado físico de sus jugadores no da señales de estar frente a un equipo que pretendía pelear en los dos frentes.
Esta semana, antes del partido contra Atlético Mineiro, Colo Colo presentaba siete bajas: Justo Villar (desgarro), Juan Delgado (distensión), Jaime Valdés (desgarro), Vecchio (edema en el cuádriceps), Suazo (rotura parcial del tendón del aductor derecho), Felipe Flores (esguince de rodilla) , de las cuales seis eran dolencias musculares, la única excepción fue Felipe Flores.Justamente, este último y Vecchio entraron a la cancha contra los brasileños.
Si hace un par de semanas se criticaba a la selección por la lesión de Valdés, me gustaría escuchar al cuerpo médico y al PF Eduardo Miguez referirse de la situación del resto de los jugadores lesionados. ¿Seguirá siendo culpa de la moledora de carne de Sampaoli?
Un equipo que quiere campeonar en Chile y ser protagonista en América no puede tener un plantel débil físicamente. Hace años que el fútbol dejó de ser un deporte donde el talento es lo único que importa. ¿De quién es la culpa?
Héctor Tapia es un entrenador joven, que evidentemente puede cometer errores y es ahí cuando su cuerpo técnico y, en menor medida, el gerente técnico y la dirigencia debe servir de soporte para el joven técnico. Sin embargo, es necesario que el joven DT tome aire y analice su semestre, pero por sobre todo haga la autocrítica necesaria al respecto.
Aníbal Mosa ya lo anunció: Tito Tapia se queda, pero ahora es necesario que el DT albo se tome en serio su papel como estratega del equipo más importante de Chile y se prepare como corresponde para el próximo semestre, no se pierda en discusiones sin sentido como su pelea con la selección, elija los refuerzos para no sufrir escenas como las ya vividas y, definitivamente, prepare su plantel con la importancia de los desafíos que vendrán, pero antes de todo eso reitero: es necesaria una autocrítica de lo que ha sido su ciclo en Colo Colo.
¡Ah! El fracaso del semestre no fue de Colo Colo, sino de su archirrival: la U. Los azules, el campeón vigente, el mejor plantel del fútbol chileno, no fue capaz de mantener el nivel, quedó fuera de la lucha por el campeonato hace tiempo y cerró su peor campaña en la Libertadores siendo colista, incluso por detrás de TheStrongest.