La evolución de la República Popular China, creciente, paciente, planificada y sistemática, durante estos primeros catorce años del Siglo XXI, es uno de los hechos y realidades más cardinales e incontrarrestables de las Relaciones Internacionales Contemporáneas. Su fundador y principal líder histórico lo anunció, lo previó y proyectó, en una larga marcha y con una mirada estratégica hacia el año 2050: para llegar a ser primera potencia mundial.
La inserción internacional de la República Popular China, en las últimas tres décadas del Siglo XX, fue pasando desde casi un verdadero aislamiento, ya que en 1970 solo tenía relaciones diplomáticas con diez y siete países, y al 15 de diciembre de ese mismo año, el Presidente Salvador Allende tuvo la visión de establecerlas, siendo Chile el primer país de Suramérica en hacerlo, cuestión de gran simbolismo y significado, hasta hoy en día en 2014, en que casi todos los países aspiran a llegar a Beijing y Shanghái, para ser recibidos.
Circunstancias complejas y problemáticas internas de la República Popular China han sido abordadas, resueltas y sobrellevadas, en cortos y distintos episodios específicos, en los años del cruce de últimos siglos, con una sólida estructura e institucionalidad de órganos estatales, en lo político-partidario, lo militar, lo gubernamental, lo consultivo y lo social. Y el Presidente de la República Popular China es Secretario General del Partido Comunista.
En la arena internacional, tiene firmes principios de Política Exterior, como coexistencia pacífica; no injerencia ni intervención en asuntos internos de otros Estados; no agresión y solución negociada de controversias internacionales, regionales y vecinales; comercio de beneficio mutuo y con equidad; respeto por la integridad territorial; el ‘Ascenso pacífico’ (Heping jueqi), como una herramienta de buena voluntad, muy distinta a otras potencias.
Desde América Latina y el Caribe, lo más reciente que simboliza el interés mutuo, que produce la incrementada y nueva presencia de este país en la Región, se constató durante la gira del Presidente Xi Jinping, realizada en julio de 2014, visitando Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba, y además reuniéndose con Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno de países de CELAC y UNASUR, en Brasilia, coincidiendo con VI Cumbre BRICS. La relación Brasil-China es ejemplar de la cooperación sur-sur, y hoy, China es el primer socio comercial y mayor destino de exportaciones de Brasil. Firmaron 56 convenios bilaterales.
En esta visita de 2014, la República Popular China elevó sus relaciones bilaterales con la Argentina y con la República Bolivariana de Venezuela al nivel de “Asociación Estratégica Integral”, un status muy relevante que solo con Perú lo tenía. Y, en 2013, el Presidente Xi Jinping había visitado Trinidad y Tobago, México y Costa Rica.
Ahora, con posterioridad a la XXII Cumbre APEC, en Beijing, durante visita de trabajo, el miércoles 12 de noviembre, la Presidenta Michelle Bachelet Jeria ha invitado al Presidente Xi Jinping a una visita a Chile, en 2015, para seguir fortaleciendo las relaciones bilaterales.
El Presidente Xi Jinping dijo claramente que “Chile y China deben aprovechar el tiempo y formular un plan de acción conjunta intergubernamental para fortalecer su cooperación”.
Ciertamente, el desarrollo e implementación de la XXII Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), los días lunes 10 y martes 11 de noviembre de 2014, quedará como un hito remarcable del ascenso de la República Popular China, en su notable ejercicio diplomático de interlocución tanto con las grandes potencias – Japón, Estados Unidos de Norteamérica y Federación de Rusia, en particular -, como con países de desarrollo medio, como son los tres latinoamericanos presentes, Chile, México y Perú.
Sus vínculos vecinales más cercanos, con Japón y con la Federación de Rusia, tuvieron una dedicación comunicacionalmente muy relevante y una consideración estratégica, aunque con distintos objetivos bilaterales, avanzando sí con claridad, decisión, prudencia y rigor.
Sobre contactos entre los líderes, el Presidente Xi y el Primer Ministro Abe, al margen de la XXII Cumbre APEC, la parte china fue bien clara en esperar que la parte japonesa haga esfuerzos por mejorar las relaciones entre los dos países con acciones concretas creando el entorno necesario para realizar nuevos contactos, trabajando en una misma dirección. A petición japonesa, antes se reunieron los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio.
Con Estados Unidos, se acordó emitir recíprocamente visados de larga validez y múltiples entradas a los ciudadanos de la contraparte que viajen por negocios, turismo y estudios en el extranjero, lo que será oficializado prontamente por un intercambio de notas ad hoc.
Visas de negocios y turismo otorgadas tendrán validez de hasta 10 años a los ciudadanos de la contraparte. Visas de intercambio para estudiantes tendrán una validez de 5 años.Será un gran paso, en una larga marcha, para promover los intercambios y la cooperación.
En el enfoque que vengo desarrollando, sobre el ascenso chino “subiendo a la cumbre”, es válido conocer que la República Popular China, al 2014, ha firmado acuerdos de mutua exención de visas de diversos tipos con unos 90 países y tiene 53 acuerdos de facilitación y simplificación de trámites de visados con 39 países. A la vez, 37 países y regiones han dado de manera unilateral a ciudadanos chinos el tratamiento de visado al arribo, y 8 países y regiones permiten de manera unilateral a ciudadanos chinos ingreso sin necesitar visado.
De enorme magnitud y estratégica proyección son las relaciones bilaterales chino-rusas.Conocer brevemente algunos de sus acuerdos y contenidos es fundamental para comprender este mundo multipolar en construcción y las nuevas correlaciones de fuerzas.En lo bilateral ruso-chino, se trata de relaciones de una asociación estratégica universal.
Recordemos que Xi Jinping fue elegido Secretario General del Partido Comunista de China (PCCh) el 15 de noviembre de 2012, y Presidente de la República Popular China el 14 de marzo de 2013, y, realizó su primera visita oficial al exterior llegando a Moscú el viernes 22 de marzo.
Con el Presidente Vladimir V. Putin firmaron un Comunicado Conjunto sobre la cooperación y la profundización de las relaciones, la asistencia comprensiva y la cooperación estratégica. El Presidente Xi declaró que las relaciones ruso-chinas están mejor que nunca y ha querido transmitirle un nuevo impulso a la cooperación estratégica.
En la ocasión, el Presidente Putin manifestó que Rusia y China seguirán cooperando en los sectores de altas tecnologías, como el aeroespacial y el informático. Firmaron una serie de memorándums relativos a los suministros de hidrocarburos rusos a China. Y abordaron los asuntos de la agenda internacional, buscando una acción coordinada de los dos Estados.
En 2013, comercio bilateral rozaba 90.000 millones de dólares, más inversiones mutuas, sobre todo en proyectos de infraestructura e industriales, en Extremo Oriente de Rusia. Y los acuerdos entre Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) para suministros de gas ruso a China, por un plazo de 30 años desde 2018, son muy relevantes.
Los vínculos establecidos entre los Presidentes Xi y Putin, en más de ocho encuentros, han seguido reforzando las relaciones bilaterales. Recientemente, antes de XXII Cumbre APEC, el 9 de noviembre de 2014, se volvieron a reunir en Beijing. El Presidente Putin sostuvo que la colaboración con China es importante para mantener la paz en el marco del derecho internacional afianzándolo, a pesar de actuales cambios en la arena internacional.
El asesor presidencial, Yuri Ushakov, anunció lo que se concretaría en su visita: “Tenemos preparado un enorme paquete de documentos. 17 acuerdos que deberán ser firmados. Naturalmente se discutirá el tema de la energía. Se abordarán también las rutas oriental y occidental (de exportaciones de gas a China)”. El acuerdo por la ruta oriental fue firmado ya el 21 de mayo de 2014, por un monto de 400.000 millones de dólares, y para 30 años.
El segundo gran acuerdo histórico de suministro de gas se ha firmado el 9 de noviembre de 2014, a través de la ruta occidental, desde los yacimientos rusos. Las entregas directas están previstas desde 2019. Es un proyecto de enorme envergadura, con muchos aspectos comerciales y técnicos.Serán 38.000 millones de metros cúbicos anuales de suministro.
El Presidente Xi Jinping ha insistido que los dos países han acordado una línea en los asuntos internacionales, “para proteger conjuntamente el orden mundial de posguerra”. Los lazos políticos se han reforzado cuando Rusia ha empezado a defender firmemente sus intereses nacionales, ante constantes amenazas y sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, desde hace un año. Cooperación económica crece desde últimos 15 años.
Se suma la intención para hacer uso más activo de las monedas nacionales, en el marco de la cooperación con China. El Presidente Putin dijo que “los pagos en rublos y yuanes son muy prometedores. Esto significa que la influencia del dólar en el sector energético a nivel mundial se reducirá de manera objetiva. Esto no está mal para la economía mundial, ni para el mundo de las finanzas, ni para el mercado mundial de la energía”.
En suma, buena sintonía entre Presidentes Xi Jinping y Vladimir V. Putin refleja fielmente que intereses de ambos países son muy parecidos. Además, se trata de países vecinos que están destinados a mantener una relación amistosa y estrecha y mutuamente beneficiosa. Uno, el país más poblado del planeta, China, y otro, con el más extenso territorio, Rusia.
La común pertenencia a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y a los BRICS, junto a India, Brasil y Sudáfrica, los impulsa a aquello y les permite la coordinación mutua. Y como Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, coinciden bastante.
La actual situación internacional los hace luchar conjuntamente por un nuevo orden multipolar pacífico. Quien no vea esta nueva realidad emergente, volverá a cometer los mismos errores ya muy conocidos – amenazando, bloqueando, imponiendo, interviniendo, sancionando -, y aunque más adelante los reconozca, como siempre, ya será algo tardío.
En la reciente IX Cumbre G20, el Presidente Xi Jinping ha reafirmado que China mantendrá el ritmo de su crecimiento económico y hará mayores aportes a la economía mundial. Sostuvo que las economías del G20 debieran innovar en sus modelos de desarrollo económico, añadiendo que se debe promover una mayor vitalidad en la economía a través de reformas estructurales en las áreas de finanzas, inversión, comercio y otras esferas.
Las cuatro propuestas entregadas por el Presidente Xi Jinping, en Brisbane, Australia, para reforzar la capacidad contra riesgos de la economía global, son de la mayor relevancia, para el cuestionado sistema financiero internacional, la cooperación global y los países en desarrollo. Y en relación al comercio internacional, Xi Jinping afirmó que el proteccionismo produce daños a otros, sin siquiera servir a los beneficios del que lo practica y promueve.
Por todo lo anterior, comprender, conocer, estudiar y seguir todos los acontecimientos que dimanan de la República Popular China, inserta en el Asia-Pacífico, y desde su entorno cercano, servirá para entender cómo va y seguirá subiendo a la cumbre, en este Siglo XXI.