Este mes ProChile cumple 40 años de existencia, y los hemos querido celebrar haciendo lo que mejor sabemos: apoyar a nuestros exportadores en eventos realizados en Santiago, Antofagasta y Frutillar. Gracias a una labor ardua que ha ido desde apertura de mercados, creación de herramientas hasta apoyo monetario, entre muchas actividades, hemos sido partícipes de transformaciones que han cambiado la cara de nuestro comercio exterior.
Cuando se creó ProChile, el 85% de los envíos chilenos a mercados internacionales correspondía a minería, principalmente cobre. Hoy, esa cifra se ha reducido a cerca del 50%, ya que han ganado terrenos las exportaciones chilenas de alimentos como fruta, vino, salmón, entre otros no tradicionales, productos que están cambiando el portafolio exportador.
El despegue se evidencia más claramente en los últimos veinte años. De 1993 a 2013, pasamos de exportar US$10.007 millones a US$76.684 millones el año pasado.
También crecieron nuestras empresas exportadoras de 5.500 a 7.700, y nuestros productos exportados de 3.500 a 4.800. Además, se han diversificados los mercados, creciendo de 145 a más de 200 el año pasado.
Y el trabajo ha dado fruto. En 2013, fuimos los primeros exportadores mundiales de litio, yodo, arándanos frescos, uva de mesa, ciruelas frescas, manzanas deshidratadas, truchas, salmón del Pacífico, mejillones, tableros de fibra de madera y fertilizantes.
En el segundo puesto, destacamos como proveedores de cerezas frescas, ciruelas deshidratadas, nueces sin cáscara, avellanas, harina de pescado, bulbos de flores, molibdeno, ácido bórico, bolas y artículos de molino.
Además, el año pasado nos posicionamos como el tercer exportador mundial de prebiótico inulina, pasas, duraznos en conserva, frambuesas congeladas y kiwis frescos y este año recibimos la noticia de que ya éramos el cuarto mayor exportador de vino del mundo.
Diariamente, 9 millones de personas beben una copa de vino chileno, 8 millones toman un vaso de jugo del país, 7 millones comen mariscos nacionales, y 6 millones disfrutan de nuestro salmón.
Estas cifras representan un cambio importante en el panorama del sector exportador nacional, pero aún insuficiente.
Los desafíos continúan. En primer lugar, es preciso multiplicar la agregación de valor a nuestros bienes y servicios. Así, se podrán ampliar las ventas de bienes y servicios de alta sofisticación que actualmente estamos exportando, con mucho esfuerzo, como videojuegos, cómics y software.
Y la diversificación y el dar valor a nuestros productos, también tiene que ver con mejorar la competitividad, invirtiendo poderosamente en capital humano, priorizando así la formación de personas. En ese sentido, las transformaciones que estamos efectuando en materia de educación son indispensables.
En segundo lugar, debemos superar la abrumadora concentración exportadora. No es posible que solo 490 empresas expliquen el 98% de los productos que destinamos al exterior y que sólo el 2% de las Pymes sean exportadoras. Esta es una deuda inmensa. Un compromiso con la igualdad que el gobierno y ProChile desean atacar.Tenemos que hacer más inclusivo el desarrollo exportador.
Para ello, ProChile se ha comprometido en apoyar empresas que aún no exportan y pueden hacerlo, especialmente a nuestras Pymes en los circuitos de comercio y negocios de América Latina, dónde precisamente la presencia de manufacturas y servicios chilenos podrían tener mayores oportunidades de acceso.
Este año, se instalarán 15 centros Pymes Exporta, uno en cada región, en estrecha alianza con Corfo, Sercotec y Banco Estado, lo que además nos ayudará a la tarea de la reactivación económica.
Los 40 años de ProChile han sido exitosos. Los 40 que vienen lo serán mucho más.