¿Cómo fue que se dijo, que se gobernaría para la gente y con la gente?
A nuestras espaldas, a 70 kilómetros de Santiago, se está empezando a construir un proyecto de características dantescas, que destruirá glaciares, modificará caudales de río, dejará sin agua a la gente local, afectará la flora y fauna, tala indiscriminada de bosque nativo, destruirá parques geológicos naturales, disminuirá el turismo, y todo para abastecer de electricidad a la Minera Pelambres, cuya propiedad es del grupo Luksic, el mismo grupo que es dueño del 40% de la Hidroeléctrica.
Existe evidencia de que los “permisos ambientales” para la construcción del Megaproyecto Alto Maipo, no cumplieron con las exigencias sobre la materia para realizarlo y esto ocurrió durante el primer gobierno de Michelle Bachelet.Lamentablemente, el Ministro Máximo Pacheco, en vez de solicitar un nuevo estudio ambiental que refute las múltiples pruebas del daño ecológico que causará el Megaproyecto, está actuando como su principal portavoz. Desde mi punto de vista, se comete un gran error.
La intervención causará daño irreversible en la arteria más importante de Santiago: el río Maipo, que ya cuenta con cinco Centrales Hidroeléctricas y no soporta más.
Existe un esfuerzo por mantener el desconocimiento y bajar el perfil de los alcances devastadores que tendrá la Hidroeléctrica Alto Maipo. Levanta sospechas que una intervención tan significativa, se esté construyendo de forma tan oculta.
Para ponerlo en perspectiva, ¿recuerda la cobertura mediática a la construcción del Costanera Center por ser una de las construcciones más altas de Sudamérica?, bueno, hoy nadie ha mencionado que el Megatúnel de 70 de kilómetros, es uno de los más grandes de su tipo que tendrá el planeta.
Quienes adherimos a la idea de justicia, estamos comprendiendo la ilegalidad del proyecto aprobado para AES Gener y Anfogasta Minerals, y la “negligencia complaciente” del ejecutivo frente a este desastre que recién comienza.
Sara Larraín, en el reportaje “Aguas turbulentas en el Cajón del Maipo” del programa “En la Mira” de Chilevisión, fundamenta que el proyecto se aprueba, por la influencia de la empresa del ex-ministro Enrique Correa, logrando los “permisos ambientales” para su construcción mediante un decreto dictado antes de terminar el primer gobierno de Bachelet.
Hoy la oposición al Megaproyecto es mayoritaria en el Cajón del Maipo, la primera movilización en su contra reunió a más de 15.000 ciudadanos que marcharon por la Alameda.
Entonces me pregunto, ¿No valdrá la pena hacer un nuevo estudio ambiental que despeje las dudas que se levantan sobre el alcance devastador de este Megaproyecto? Pienso que el gobierno debiera revisar con mucho más cuidado una destrucción de esta magnitud.