Revuelo han causado las palabras expresadas en el marco del IV encuentro anual de asociaciones de chilenos residentes en Europa, del líder social y sindical Cristián Cuevas, hoy agregado laboral en la Embajada de Chile en España.
En un almuerzo de camaradería, Cristián expresó lo que todos y todas quienes lo conocemos sabemos que piensa y por lo que ha luchado en sus 30 años de activismo social: “Queremos más democracia, queremos una nueva Constitución, queremos renacionalizar el cobre, el agua, que es el deseo del movimiento social, una nueva Constitución, pero eso no va a ser posible si no hay un movimiento, un pueblo activo”.
La noticia fue publicada en El Mercurio (fecha 17 de septiembre 2014, Cuerpo C página 4), un diario que todos conocemos por su carácter sedicioso y fáctico para operar.
Desde mi pensamiento más básico pensé que esto era una operación política contra el liderazgo de Cristián, pero dándole una vuelta al hecho estoy convencida que la acción de El Mercurio y sus aliados es más profunda y preocupante.
¿Qué hace que las palabras de Cristián Cuevas sean noticia en El Mercurio? ¿A qué le teme El Mercurio y quienes lo leen como un referente de comportamiento?
Cristián indica que las transformaciones por las que hoy estamos transitando no sólo requieren de la voluntad política que existe hoy de parte del Gobierno de la Presidenta Bachelet. Se necesita además de un pueblo activo, de una ciudadanía movilizada y con poder para presionar por estas transformaciones.
Llama la atención que El Mercurio no haga noticia cuando otras autoridades publican columnas de opinión, cartas al director, realizan puerta a puerta, etc., como acciones de incidencia política, que buscan sensibilizar a las y los ciudadanos y/o neutralizar a quienes operan fácticamente contra los procesos de transformación que hoy muchos estamos empujando.
Lo que irrita al matutino y su gente, es el poder que tiene el pueblo movilizado, ese poder que logró desligitimar la política de los acuerdos, la política de la cocina.
Porque El Mercurio sabe que el y sus aliados pueden actuar en la antigua política y pueden ser los cocineros, así como también sabe que jamás podrá entrar en la política democrática que se construye en las calles, en las asambleas de estudiantes, de los sindicatos, del pueblo activo… allí donde líderes sociales y políticos como Cristián Cuevas han construido una legitimidad a través de su lucha histórica por un Chile más democrático.