Hoy a días de una segunda vuelta electoral, no hay duda que existen refranes que constatan nuestra realidad política. La sabiduría popular es increíble.
Y pese a los esfuerzos de la candidata del conservadurismo de vestirse de Progresista, la vemos afirmándose en la Biblia… siendo agnóstica.Vemos que intenta mostrar su cara gentil y conocemos bien su otra faz: autoritaria y agresiva.La vemos en su franja conectándose con las cualidades humanas, mientras en la realidad, se conecta con las debilidades.
No tengo dudas, la doble cara de la derecha se expande, en esta segunda vuelta, en todo su esplendor.
Los dichos de la historiadora Lucía Santa Cruz hablando de los “fantasmas totalitarios”que podrían reeditarse en nuestro país, debido a las reformas propuestas por la Nueva Mayoría, son la demostración inequívoca de que sus ideas totalitarias fueron las que se plasmaron en la dictadura militar.
Todo esto nos lleva a concluir que las intervenciones del equipo y de las personas que apoyan la candidatura de la Alianza no tienen caso, aunque se vistan de seda, monos quedan y más ganas de ir a votar el 15 de diciembre nos darán para alcanzar un gran triunfo.
“Miente, miente que algo quedará”, esa es la estrategia que insiste en usar la Alianza. Los métodos de Göebbels están siendo utilizados constantemente, falseando la realidad y que sumado a un proyecto anacrónico, sin hacerse cargo de las transformaciones que la mayoría del país exige. Así, en este escenario, es imposible quedar impávido.
No es posible pensar en que “da lo mismo”, cuando contamos con evidencia informativa sobre los programas comprometidos por las candidatas.
Pidiendo disculpas a “las monas” por usar el refrán que las involucra en estas ideas compartidas, espero que la voluntad popular se sienta fuerte y clara el próximo 15 de diciembre, por el proyecto que nos representa a todos.