Existe un hecho cierto.Un número considerable de chilenos está decepcionado de la clase política y lo menciona reiteradamente pues la representatividad es débil según su opinión. Interpretando, nadie expresaría su pensamiento y la desconfianza alcanza niveles extremos.
Por tanto, lo que se avecina es la acumulación de cuatro décadas basadas en un sistema que ha convertido la tristeza en un símbolo, sin mentalidad de futuro, concentrado el poder y riqueza en familias privilegiadas, con individualismo, especialmente sin voz cotidiana, conformismo, lo que puede desembocar en un espacio “desordenado” si no se tratan profundamente los problemas esenciales que la sociedad reclama.
El próximo gobierno deberá nacionalizar el cobre o, por lo menos en un acto de transparencia y respeto a la patria, exigir a las multinacionales un impuesto del 50% de sus ganancias, sin temor a las amenazas de retirarse del país.
En cuanto los bancos, sus ganancias de este año aproximadamente de 1 billón y medio de pesos (equivalente a ochocientos mil trabajadores,ganando un salario mínimo mensual de 200 mil pesos y laborando durante cuatro meses con cuarenta horas), tendrán que ser controladas con la exigencia de retornar esos recursos a su fuente, el país.
El control de los Medios de Comunicación y lo que implica la domesticación de la información y del “cliente”, será tema obligado junto la creación de un sistema de previsión y salud estatal, con rendimiento solidario, inversión y generación de riqueza sustentable.
Una educación gratuita sin aporte del estado a la empresa privada o una forma mixta donde no exista el lucro en ninguna institución que desee otorgarla, con calidad desde la formación integral ciudadana y extendida a todo el territorio, dignificando en forma real la profesión docente y las condiciones de enseñanza, es un pedido generalizado.
A la exigencia de la Asamblea Constituyente se unirá una presión de los movimientos sociales, entre otros, contra Monsanto como gendarme del agua y semillas de Chile, para rescatar los derechos de las regiones y las etnias, lo que podría conducir a una tensión generalizada en Chile.
La reciente inversión de 5.3000 millones de dólares en el negocio de la minería por parte del grupo Luksic, considerada la familia más rica de Chile, provoca en los analistas conjeturas sobre el proceso político que hacen complejo el panorama siguiente.
En este sentido, algunos escenarios probables pueden ser.
1. En cuanto a las reformas que plantea la Nueva Mayoría, parece ser que todo el peso está puesto en obtener una mayoría en el Congreso a través de las elecciones parlamentarias. Sin embargo, esta primera hipótesis está sujeta a ganar con amplia ventaja y, luego, que toda la N.M. desee hacer la reestructuración convenida. Ello podría implicar diferencias radicales al interior de esta agrupación que tendrían que ser solventadas con fundamentos de alta trascendencia si se desea avanzar.
2. Michelle Bachelet estará sujeta a una tensión entre grupos económicos que respaldan su candidatura y sectores progresistas que desean reformas profundas.Si se afecta a los bancos en sus ganancias enormes, al igual que las empresas mineras u otras de retail, o básicamente a las AFPs, se provocará una reacción importante de analizar. En caso de no tocar a éstas se estimulará una reacción adversa del pensamiento democratizador.
3. En cuanto a la Asamblea Constituyente, todo infiere que se habrá de crear el hecho político para que haya un espacio constitucional que abra la convocatoria. Las reformas, obteniendo mayoría, tendrían que ser radicales para obviar el proceso constituyente.
4. Se podría apostar que las movilizaciones en Chile, iniciadas en marzo o abril, tendrían un detonante en invierno o en octubre de 2014 si no se realizan los cambios obligados que la sociedad reclama con urgencia. Esta hipótesis sería así a no ser que el pueblo chileno tenga una resistencia a la flagelación muy alta.
5. Los sectores nacional-transnacional se encuentran en un dilema al igual que la banca integrada: saber hasta qué punto la candidata protegerá las inmensas riquezas de las que disponen. Ya se están moviendo rápidamente para concertar alianzas, amarres, movilizando capitales e influencias.
6. En caso de darse modificaciones profundas que se han planteado como exigencias sociales, no puede descartarse una reacción de la Derecha quien utilizaría todos sus recursos mediáticos (ya que con base en la “libertad de prensa” controla prácticamente casi todo el espectro comunicacional del país), para crear nuevamente la teoría de la angustia y desesperación por el “desorden nacional”.
7. El interrogante respecto a Michelle Bachelet, quien asumió una gran responsabilidad al presentarse a la primera magistratura de la nación, es si tendrá la valentía para encauzar los cambios o se someterá a presiones reaccionarias. Un sector importante confía plenamente en que realizará lo prometido y otro disiente en diversos grados de su consecuencia. Luego de obtenido el triunfo se sabrá la dirección exacta.
Cuando los últimos sondeos corroboran que el grado de confianza en los partidos políticos ubica a Chile en el penúltimo lugar en América Latina, si el nuevo Gobierno sigue el modelo neoliberal sin hacer verdaderas transformaciones se considera que la movilización será dura e influirá en la sociedad de modo drástico. De la rapidez de las decisiones y la claridad soberana en las mismas provendrá la energía social que requieren estas medidas.
Tal vez en una visión proactiva vale la pena creer que nuevos vientos del sur, cálidos y venturosos para los pueblos, fríos para los subsidiarios, indican que vendrán nuevos tiempos donde tendrá que instalarse la Era de la Humanidad como producto de un proceso en el que las vendas han caído para edificar la sociedad del presente en equidad.