La selección chilena es, definitivamente, el equipo que más pasiones genera entre los que nacimos acá y los que tienen un especial afecto a esta tierra. Por lo tanto, no es sorpresa que cada vez que se anuncia una nómina, el debate en las redes sociales explota. ¿La razón? El jugador que no merece estar entre los convocados. Situación que se ha transformado en nuestro nuevo deporte nacional.
Sencillamente, es una aberración discutir sobre las capacidades de tal o cual jugador, después de todo, los nominados –les guste o no- son profesionales, les pagan por jugar y conocerán Juan Pinto Durán por dentro. Mientras que los críticos del mundo Twitter siguen las grandes ligas por TV y verán el búnker de la Roja por fuera.
Esto de los jugadores indeseables en nuestra selección no es nada nuevo. Desde los albores de nuestro fútbol siempre ha existido un jugador resistido por los hinchas, da lo mismo el rendimiento del equipo, ni quien sea el director técnico, el indeseable está.
En esta pasada, la selección de Jorge Sampaoli, era que no, tiene a su indeseable: Junior Fernandes. El actual jugador del Dinamo de Zagreb está marcado por los hinchas quienes no le perdonan su frustrada cachaña contra Perú, en el Nacional de Lima, que significó el triunfo de los del Rimac.
No hay caso con Fernandes. Cada vez que los hinchas leen su nombre en cada nueva nómina de Sampaoli comienzan las diatribas en contra del jugador formado en Cobreloa.
De poco vale que esté jugando en Croacia, menos que haga goles, ni que con Sampaoli –en la U- haya tenido un buen nivel y lo hayan vendido en un saco de dólares al Bayer Leverkusen. La cuestión es sencilla: a Junior no lo quieren.
Ahora, eso poco importa, ya que es Jorge Sampaoli quien decide los citados, ya quedaron atrás esos tiempos en que los dirigentes y otras personas resolvían quién podía jugar por nuestra selección.
Además, cada selección tiene su indeseable. No hay equipo que se salva de este personajillo clásico en el fútbol nacional. Muchos no se acordarán, pero cómo criticaron a Claudio Borghi por llevar a Paulo Garcés a la Copa América del 2011.
En tanto, Marcelo Bielsa tenía a Gonzalo Fierro y a Ismael Fuentes entre los recurrentes invitados a Juan Pinto Durán. El 2007 Nelson Acosta llegó a la Copa América de Venezuela con José Luis Cabión como arma secreta. Eso es para hacer un recuento de los últimos años.
En definitiva, la cosa es sencilla. No hay selección chilena que no tenga un jugador indeseable.Son parte de nuestra historia y ahora, gracias a las redes sociales las críticas se disparan a la velocidad de la luz y hoy, Junior Fernandes es quien debe comparecer ante los chilenos, pero una cosa es segura si ante Colombia sacamos los pasajes a Brasil 2014, Junior Fernandes tendrá un pequeño descanso, claro está hasta la próxima nómina.