El equipo chileno de Copa Davis, con dos de sus cuatro representantes, Christian Garín y Nicolás Jarry, que aparecen como la renovación, más dos experimentados como Paul Capdeville y Jorge Aguilar, enfrenta por segunda vez en su historia al equipo de República Dominicana. La ocasión anterior fue en marzo de 1991 en la arcilla del legendario Stade Francais de Santiago, donde como local, Chile le propinó un contundente 5 a 0.
En la victoria de ese fin de semana santo de marzo del 91, el entonces capitán Patricio Cornejo contaba en los individuales con dos experimentados “arcilleros” Pedro Rebolledo y José Antonio Fernández y en el dobles con el colosal Hans Gildemeister que esa temporada se despidió, con 35 años, de su brillante campaña en Copa Davis, jugando solamente dobles con jóvenes promesas como fue en esa ocasión con Felipe Rivera, poco tiempo después trágicamente fallecido.
La situación estos días 13,14 y 15 de septiembre, es bastante distinta. Chile compite de visita en el cemento del Centro Nacional de Tenis, Parque del Este, en Santo Domingo, la capital de República Dominicana, y se enfrenta a los centroamericanos en un encuentro por la permanencia en la Zona 1 de América, escenario al que Chile cayó en 1989 y que precisamente abandonó en 1991, el año de su único encuentro anterior, y nunca más ha vuelto a pisar.
El capitán del equipo, BelusPrajoux, manteniendo su estilo de proyectar a nuevos valores, le ha dado al juvenil Christian Garín todo su respaldo igual que a comienzos de año frente a Ecuador y será titular este día para enfrentar a la primera raqueta local Víctor Estrella, de 33 años y número 271 de la ATP. Garín frente a Ecuador jugó dos buenos encuentros con Julio Campozano y Emilio Gómez y ahora puede dar un gran golpe.
Garín ha seguido progresando. Tuvo excelente año como juvenil donde ganó el junior de Roland Garros y alcanzó además las semifinales del US Open cerrando el año como 4 en el mundo. Y a nivel adulto se ubica 395 del ranking mundial.
Según Prajoux, está muy motivado para el compromiso y así como ha sido el jugador más joven en debutar en Copa Davis, el año pasado ante Italia, con 16 años 5 meses, puede este fin de semana convertirse en el jugador chileno más joven en ganar un partido oficial.
Paul Capdeville, que estuvo dudoso de participar en el compromiso por una rebelde lesión, se ha recuperado y ha sido confirmado como primera raqueta por el capitán.Con 30 años, ubicado 151 en el ranking de la ATP tiene la obligación, y así lo debe entender, de dar el primer punto a Chile ya que enfrenta a José Hernández, segunda raqueta dominicana de 23 años y 337 en el ranking mundial. No hay antecedentes de encuentros anteriores entre ambos.
Para el dobles del sábado, en el papel están considerados Capdeville y Aguilar, triunfadores del dobles ante Ecuador a comienzos de año.
Aguilar, actualmente 276, fue pilar en ese encuentro, pero tras el desenlace de los dos primeros puntos, todo puede cambiar y aquí esta otra arma a la que puede recurrir Prajoux. La dupla de Garín y Nicolás Jarry que tienen desde que a nivel juvenil se reunieron, en su curriculum de los últimos 12 meses, una larga lista de triunfos en la especialidad.
Fundamentalmente sobre canchas duras acumularon las mejores actuaciones. Triunfaron en la XXVI Copa Yucatán en México, luego consiguieron el tradicional Campeonato estadounidense de Eddie Herr, posteriormente vencieron en el campeonato Orange Bowl de Miami. Fueron finalistas en la arcilla francesa de RolandGarros y ganaron en canchas duras el Abierto Juvenil de Canadá.
Este fin de semana el hecho de ser visitas hace que no sea fácil. El clima y la superficie están a favor de los dominicanos. El mejor ranking de Capdeville es un punto a favor de Chile y la gran proyección de Garín es otro punto favorable a nuestro tenis.
Veremos si esta mezcla preparada por Prajoux produce el resultado esperado y Chile se confirma en la Zona 1 de América para esperar en los próximos años la maduración de nuestras promesas que permita aspirar a volver al Grupo Mundial, escenario en el que cada día es más difícil de permanecer.