El golpe militar inauguró uno de los periodos más tristes y sombríos para Chile. La Comisión Valech y el Informe Rettig dan cuenta de las experiencias de exterminio y torturas sufridas por miles de chilenos y chilenas a manos de los aparatos represores del Estado.
A pesar de que esta es una verdad histórica, aún no hemos construido una memoria común más inclusiva y que no haga de esta experiencia un periodo restrictivo a las víctimas y sus victimarios.
El carácter social de la memoria, obliga y hace imperativo a quienes representamos ciudadanos e instituciones a colaborar en ello, construyendo un nuevo límite desde la memoria hacia el futuro, en el que no se vuelvan a cometer torturas, desapariciones ni exterminar personas como una política del Estado amparada por su institucionalidad.
A pesar de que nuestra memoria está fracturada por las interpretaciones o subjetividades presentes en los recuerdos del golpe militar y la dictadura, quisimos poner atención en un quiebre que nos interpela desde la huella física.
Al igual que en nuestros recuerdos, la ciudad contiene señales de las experiencias que allí se vivieron.
En la comuna de Independencia existe la calle Borgoño. En el número 1470, numeración que ya no existe, se ubicaba el “Cuartel Borgoño”, edificio hoy demolido, que era la sede central del mando operativo de los servicios de seguridad de la dictadura, utilizado como centro de detención y tortura.
Los testimonios de las víctimas de violación a los derechos humanos en “La casa de la risa”, como siniestramente le llamaban los agentes de seguridad, se extienden desde 1977 hasta 1989.
A 40 años del golpe militar, el “Cuartel Borgoño” aparece en el inventario de los sitios de horror, y aunque su edificio y número hayan sido borrados, nuestras experiencias y nuestra conciencia mantienen la memoria que presiona para que saquemos del horror y del trauma los necesarios aprendizajes.
Por eso, este 7 de septiembre la Municipalidad de Independencia le devuelve al país un trozo de memoria con la inauguración de un memorial para Borgoño, en homenaje a las víctimas y en recuerdo para las actuales y venideras generaciones, para que nunca más en Chile.