Es una lástima que no todo el mundo pueda “bajarse” de sus responsabilidades por sufrir una depresión o cualquier otro tipo de enfermedad.
También es una lástima, que no todo el mundo pueda obtener un tratamiento psiquiátrico al alcance de su bolsillo…mas no sea un derecho adquirido.
Lástima es, que no todo el mundo pueda tratar sus enfermedades en clínicas cuyo valor diario exceden a un día de residencia en el Hotel Sheraton.
Lástima que no todo el mundo, cuando sufre una enfermedad, pueda tener el trato mediático benevolente por parte de la clase política, en cambio la mayoría debe ser aplastado por economicistas planes de ISAPRES y un sistema laboral abusivo que ofrece pocos mecanismos de transmisión de poder para los trabajadores.
Lástima que no de todos, la clase política se preocupe de la situación de salud de una persona, en cambio tienen la facilidad para gestar y perfeccionar un sistema de salud basado en el lucro, formando parte de directorios y siendo accionistas de las propias ISAPRES, farmacias coludidas o Clínicas.
Lástima que existan cartas de gente que decidió partir de este mundo, producto de un sistema que no les otorgó la ayuda oportuna, enfrentándose a una pared de incomprensión muchas veces generada por la ignorancia, la falta de educación y la nula posibilidad de sanación debido a que tratamientos y medicamentos psiquiátricos no estuvieron al alcance o simplemente no pudieron sostenerse económicamente.
Lástima que no a todos los delincuentes se les castigue otorgándoles “educación gratuita” en clases de ética y lástima también que nuestros niños no puedan recibir educación cívica como corresponde en su colegio. En cambio, a los coludidos de las farmacias se les otorga ese beneficio.
Y a propósito de educación, también es una lástima que no todo el mundo pueda ejercer libremente el denominado derecho a la libertad de enseñanza y escoger para sus hijos el colegio que mejor les parece, sólo porque su arancel excede el sueldo mínimo o incluso el doble de éste.
Esto si bien no genera depresión, al menos indignación o el mal estigmatizado “resentimiento social”.
Lástima que escaseen recursos para informar a la gente de sus derechos, de enseñar a nuestros niños habilidades blandas y cívicas. A diferencia, no se observan dificultades para promocionar los logros del gobierno de turno y campañas electorales como una verdadera oferta de bebidas gaseosas.
Es una lástima que tengamos que financiar primarias con nuestros impuestos a un sector que representa el 20% de las preferencias, y lástima que finalmente este proceso termine desacreditado por una enfermedad que genera preexistencias en el sistema de previsión de salud privada (léase ISAPRES).
De pasada, es una lástima que un candidato que sacó un 3% del total de votos del padrón electoral en las primarias, tenga la cobertura mediática, el aparataje estatal,con mensaje presidencial incluido, para conformar una realidad ficticia de representación que empata artificialmente las opciones que se le muestran a la ciudadanía.
Es una lástima la bajada de un candidato que defendía a las PYMES, pero también es una lástima que no todas las personas puedan formar sus pequeñas empresas con el apoyo de recursos provenientes de una AFP, a diferencia de los grandes oligopolios que manejan ciertos mercados del país.
También es una lástima que la propia clase política practique de urgencia una legislación para resguardar las utilidades de las AFP´s cuando sus usuarios hacen uso de su legítimo derecho a la libertad (tan defendida por esos mismos sectores) de elegir su tipo de fondo más conveniente. En cambio, proyectos de ley para proteger derechos de consumidores tardan años en salir.
Lástima que en lugares como el Estadio El Morro de Talcahuano, aún persistan los campamentos originados a causa del terremoto del año 2010. En cambio, proliferan masiva y rápidamente numerosos proyectos inmobiliarios privados en todas las ciudades a lo largo de nuestro país, sin siquiera hacerse cargo de los impactos negativos que generan sobre la vialidad urbana y entorno social/identidad de un lugar.
Lástima que medidas para controlar la contaminación en ciudades del sur, como impedir el uso de leña, sean de aplicación inmediata, en cambio, establecer una matriz energética sustentable, económica y socialmente beneficiosa para las personas y no para los oligopolios energéticos existentes en Chile sea materia inundada de intereses privados y políticos, alejados de las necesidades de la gente.
Es una lástima, pero me disculpo del tono irónico que puedan poseer estas opiniones y reflexiones personales, que naturalmente me surgen a raíz de lo ocurrido con la reciente bajada de uno de los candidatos presidenciales electos en las recientes primarias.
Sin embargo, y para ser positivo a fin de cuentas, encuentro que no es una lástima que muchas voces empiecen a alzarse, muchas mentes tomen conciencia y que algunos dinosaurios de la política empiecen a bajarse, a retraer su constante aparición mediática, porque ya es irrisorio e insolente para algunas personas su simple aparición en los medios.
Tal como decía Charly García, esos dinosaurios algún día van a desaparecer.