Comienza la cuenta regresiva. Se acaba este gobierno y con importantes incumplimientos. La tradición republicana exige conocer un balance objetivo y creíble sobre la situación actual del país, algo que según lo adelantado por el Gobierno será difícil de apreciar, pues se han entregado informes poco precisos que pretenden vestir un santo con iniciativas ni siquiera ingresadas.
Es tanta la obsesión del Gobierno de querer mostrar logros legislativos que en el informe gubernamental, entregado la semana pasada, se mezclaron proyectos de ley completamente tramitados y promulgados con proyectos de ley aún en tramitación y algunos que incluso no se han discutido en alguna comisión.
Lo serio y responsable es identificar el nivel de concreción legislativa, es decir qué promesas hechas en el 2010 se han convertido en leyes de la República.Revisando con ese criterio el informe de la Segpres, se constata que se reconocen sólo 60 leyes en el período que corresponde al 42% de las promesas legislativas identificadas por esa oficina gubernamental.
Pero si se revisan las promesas de “sus 7 ejes para el desarrollo” se puede constatar que la sustentabilidad del desarrollo económico futuro es incierto -viene un período de menor precio del cobre y no hubo reformas pro competitividad-, la batalla contra la delincuencia y el narcotráfico ha sido un fracaso ya que la mayoría de la población siente un alto nivel de inseguridad en nuestros barrios y comunas; los empleos de calidad son una tarea pendiente, una reforma educativa que eleve la calidad educacional a toda la población escolar es una tarea que no se asumió y que debe abordarse a la brevedad, ya que sólo se privilegió aumentar las becas en educación superior, los liceos de excelencia o más información sobre el SIMCE.
Quedan pendiente, absolutamente, los esfuerzos para derrotar la pobreza con políticas sociales más sofisticadas, y no por la mera transferencia de bonos. Es un desafío que debemos enfrentar en el futuro, como la urgente reforma a la política para tener un sistema electoral más competitivo y plural .
En la reconstrucción, constatamos en el informe del MINVU que sólo 63.000 casas nuevas se han entregado de 117.000 familias que vieron afectadas su hábitat. Sólo un 53% de las viviendas destruidas el 27 F se han entregado y no el 70% como insiste el Gobierno.
Hay más de 50.000 familias que siguen de allegados o viviendo en aldeas y campamentos, que aún no reciben su vivienda nueva para iniciar la reconstrucción de sus vidas y pasarán su 4° invierno en situación de precariedad.
Además, en este período se agudizaron los abusos en desmedro de las personas y no hemos creado una institucionalidad que defienda a los consumidores –el actual SERNAC carece de facultades fiscalizadoras y sancionatorias-.
Han sido años de escasos avances para derrotar la desigualdad y los abusos y esa es la misión que nos demanda la mayoría de la sociedad para el futuro.
A 10 meses de cumplir su mandato el país necesita un balance serio –exento de parafernalia- y no nuevos anuncios ni menos más shows comunicacionales.