Codelco no es sólo la principal empresa productora de cobre del mundo, sino que es la principal fuente de recursos que tiene el país, especialmente hoy donde el precio del metal permite aprovechar y rentabilizar de mejor manera nuestros recursos naturales.
¿Qué está pasando en Codelco, por qué esta empresa no se está desarrolla en un clima que promueva la disminución de costos y el aumento de la productividad en beneficio de todos los chilenos?
Sin duda que la preocupación existe, y frente a esto es importante señalar que la nueva ley de Gobierno Corporativo de Codelco, aprobada en el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, entrega las herramientas para abordar la administración de la empresa desde una perspectiva de largo plazo, actuando con independencia del gobierno y sobre la base de una alianza estratégica con los trabajadores, que maximice la productividad y el retorno para el Estado de Chile.
Cabe entonces preguntarse por qué esto no se está produciendo, por qué los ejecutivos de la empresa, personas de larga trayectoria empresarial, no solo en la minería sino que en el mundo de la gestión, no están siendo capaces de administrar Codelco al margen del conflicto interno, generando acuerdos y alianzas, promoviendo el diálogo, aplicando el espíritu y haciendo uso efectivo de la independencia que les entrega esta nueva ley de Gobierno Corporativo, logrando así un clima de colaboración y esfuerzo comunitario.
Por otra parte sería interesante conocer cuál es la posición del Directorio de Codelco, integrado de acuerdo con la nueva ley por cuatro miembros independientes, dos representantes de los trabajadores y tres representantes del Presidente de la República, frente a esta situación, ya que de acuerdo con la ley de Gobierno Corporativo este órgano es el responsable último en la administración de la empresa, con plenas facultades y atribuciones, definiendo políticas y supervisando la gestión.
Interesante sería conocer el planteamiento de este cuerpo colegiado y las orientaciones y directrices que está dando a la administración, frente a los conflictos internos que están generando importantes perjuicios para los accionistas que somos todos los chilenos.
Los actuales desafíos de Codelco no son menores. Construir y operar los grandes yacimientos de reposición que permitirán dar continuidad a la producción de cobre futura, no solo necesitan de una buena ingeniería y una buena gestión, lo cual por si solo ya representa un gran desafío, sino que lo más importante, requiere el compromiso de las personas que son finalmente las que harán realidad el programa de inversiones de más de US$ 20.000 millones que ha informado la empresa para la presente década.
Codelco no puede fracasar en este proyecto de futuro, ya que ello pondría en serio peligro el proyecto país del 2020.
La ley de Gobierno Corporativo constituye una herramienta potente para abordar problemas de gestión, representó en su momento un gran avance en la modernización del Estado y su aplicación en plenitud es responsabilidad del Directorio de la empresa, lo cual constituye para sus miembros no solo una obligación profesional y ética sino también una obligación legal.
Esperemos que la voluntad, el buen juicio, la buena disposición y la responsabilidad, permitan alcanzar acuerdos que den continuidad a la producción, para así generar los recursos que tanto necesitan la educación, la salud y la vivienda en nuestro país.