¡No es un bono, ni bonificable!
De 240.000 embarazos al año, 40.000 son de adolescentes, es decir, de alto riesgo para ellas y el ser en gestación, y 2/3 de ellos, en los 2 quintiles más pobres del país. Un 60% de ellas, tienen un nuevo embarazo, antes de los dos años.
¿Su principal causa? El inicio precoz de la actividad sexual “irresponsable”, es decir, que a veces no se considera la posibilidad de embarazarse, por lo que no se toman las medidas educativas y preventivas eficaces, o en otras, en cambio, sí se busca activamente procrear precozmente.
El mundo de los y las adolescentes, (porque se necesitan dos personas para embarazarse), es un mundo donde se despliega la sexualidad, no sólo regida por la búsqueda de lo placentero, la novedad y el riesgo de forma bastante impulsiva, sino también asociada a las angustias, frustraciones, miedos, penas, y alegrías, a los que lleva el descubrimiento y desarrollo de una identidad y valores necesarios para un proyecto de vida, dejando atrás la niñez, en un camino hacia la juventud y la adultez.
En esta etapa, resulta fundamental, la construcción de sentido, no sólo basada en la capacidad de amarse, sino fundamentalmente, en la apertura hacia dar amor y ser amado por su familia, y también por la persona con que establecen una relación erótica, ojalá, siempre amorosa.
Las adolescentes, “tienen angustias, cuando no son correspondidas, se sienten solas cuando no son amadas, y alegres cuando el amor las invade”.
Pero también, “se exagera, el goce de las relaciones sexuales, quedando ocultas, la ternura de antes, o las expectativas idealizadas, las desconfianzas, inseguridades de la edad y, una identidad precaria”.
La actividad sexual precoz, está asociada a la búsqueda del amor, al deseo, la curiosidad, y la exploración en un acuerdo conjunto. También a la coacción, la presión, historias de abuso de abuso sexual, uso de alcohol, drogas, padres poco involucrados, abandono paterno, relaciones afectivas de “larga duración”, (hoy cada vez menos largas), y la no presencia de la religión. (Holder, 2000).
“Muchos debutan sexualmente para no ser menos que sus pares, y cada tanto repiten la experiencia. Hoy hay más espontaneidad…es sentido como algo natural, pero en muchos casos, no hay satisfacción sexual, ni intimidad”. (Laura Billet)
Habría que recordar, que una de las salidas frente a la “anomia”, de jóvenes marginados y excluidos, en sectores de pobreza, es, además de la violencia, la búsqueda de sentido conducida por el goce inmediato, a través de la música, el baile y la sexualidad activa.
Respecto a la causa de los embarazos adolescentes, además del inicio precoz de la actividad sexual “desprotegida”, con sus factores de riesgo a rastras, se describen, deserción escolar precoz, el abandono y separación de los padres, haber sido madre previamente, deprivación socio cultural severa, dificultades con el sentido de la vida, aislamiento, percepciones poco realistas e idealizadas para la edad, del embarazo y la maternidad, autoestima baja, y alta impulsividad.
Queda claro que la búsqueda de un sentido de vida, (a través de una maternidad que debe ser protegida), y también del amor, como es el amor gratuito de y con un hijo o una hija, y la lucha contra la soledad, se erigen como factores centrales.
La familia, las condiciones económicas y socio culturales (hoy, muy erotizada), y la educación, más las características personales en una etapa de la vida, por sí complicada, interactuando como una red compleja, donde emergen la protección y el riesgo, debiera ser el difícil foco, de atención y trabajo.
No bono, sino, “pro-bono”.