Acaba de terminar el campeonato de voleibol que, para mí, es el más importante que se disputa en Chile cada año: la Copa Providencia. Es un campeonato pre juvenil con equipos de Sudamérica, en el que suelen participar clubes que reflejan el estado del voleibol en algunos de sus países, especialmente en Chile, que concurre con numerosos equipos de gran nivel.
La Copa Providencia es el final de la temporada, y los equipos se preparan y refuerzan para competir con éxito en la misma.
Por ser internacional, de final de temporada, por el parejo nivel de sus competidores y por mostrar las promesas del deporte es que la considero el evento más importante del voleibol en el año.
Lamentablemente, con la excepción de Cooperativa, los medios no la consideran así, y muchas veces ni siquiera reportan al respecto, como ocurre con todos o casi todos los deportes que no son el fútbol, desmotivando la incorporación de más gente a la actividad deportiva.
Este año, por primera vez en los largos años de la Copa, Providencia ganó el trofeo en damas y en varones, y en ambos casos con un marcador contundente: 3x 0. En ambos casos frente a equipos nacionales, lo que muestra que en este momento tenemos jugadores de gran categoría, que el deporte chileno no se puede farrear. Por eso es importante destacar esta Copa y este resultado.
En este sentido es digno de relevar que, por primera vez en muchos años, la máxima autoridad comunal, la nueva Alcaldesa Josefa Errázuriz participó en la totalidad de la ceremonia inaugural, a diferencia de su predecesor que solo decía unas palabras y se retiraba.
Es de esperar que esta actitud de compromiso de la Alcaldesa se traduzca en un mayor aporte de recursos al voleibol y a las otras actividades deportivas que permitan multiplicar los cultores y que prometan nuevos éxitos para Chile.