“Cuando entré a la Moneda, todas Uds. entraron conmigo. Así formamos una tremenda fuerza con la cual logramos miles de salas cunas, jardines infantiles, pensiones para reconocer a lo que muy pocos reconocían, como es la dueña de casa y madre, a quien también se le premió por su intenso trabajo anónimo con un bono por hijo” eso es a grandes rasgos lo que la jefa de ONU Mujer Michelle Bachelet les transmitió a las mujeres de Lo Prado hace un tiempo atrás.
Ella está porque la igualdad sea la meta central de las sociedades. Y tiene la convicción absoluta, que América Latina está en un momento clave para ello. Convicción, que la determina por los momentos políticos que vive el continente, con mandatarios elegidos democráticamente.
Y desde la OEA hace el llamado para estructurar mecanismos eficientes, que permitan que la mujer tenga realmente una presencia continua en la política permitiendo así “nivelar la cancha” para un mejor futuro que garantice la protección, la igualdad (salarios, no discriminación, reconocimiento a su labor, competencia con equilibrios etc.) por un bienestar mejor para millones de mujeres latinoamericanas. Además de una meta común como es la construcción de una mejor democracia.
Para Bachelet no basta tener leyes, que permitan el acceso de la mujer a los cargos, sino, que deben crearse mecanismos para que ello se cumpla. La realidad es preocupante, como en Panamá, que se redujo del 16 al 8% la participación femenina en dos períodos presidenciales. Entonces deben de buscarse mecanismos, que adecuen cuotas para la paridad de género. Sobre lo mismo citó ejemplos antónimos donde la participación de la mujer subió de un 2% al 34 % (Nepal) y de un 8% al 16% (Albania). Destacando el enorme esfuerzo de esas mujeres para empoderarse.
La ONU Mujeres aboga por el diálogo, pero sin imposiciones, por el respeto absoluto de tradiciones ancestrales como la única forma de la validez sólida de metamorfosis, de perdurabilidad en el tiempo. Bachelet no concibe otra forma de transformaciones sino es por esfuerzos extraordinarios para la conservación de sus raíces en cada una de las regiones.
La fuerza de Michelle Bachelet y el éxito logrado en este corto período en su gestión al mando de la ONU Mujer está basado en su extraordinaria lucidez e inteligencia para asumir los problemas. Diagnosticarlos. Enfocarlos de todas las maneras, haciendo partícipe a los propios actores involucrados, porque al fin de cuenta son los que mejor sabrán de las soluciones. Y enseguida acudir con las herramientas necesarias.
Michelle Bachelet es, según la revista Forbes la segunda mujer más poderosa de la ONU a menos de dos años de asumir.
Como reflexión final debo de decir, que me interesa que los lectores puedan llegar a concebir como corolario de vida, que la única forma solucionar temas de país es mediante el diálogo, la participación de los involucrados y un respeto absoluto hacia sus historias de vida.
Con eso me refiero a ser capaces, autoridad y ciudadanía a escuchar, tomar lo mejor del otro y ajustarlo a los intereses de todos. Camino único hacia una sociedad más amable.