El Presidente Piñera -al parecer- insistirá en el mensaje del 21 de mayo en reiterar un listado de anuncios y promesas cuya credibilidad es bastante baja en la ciudadanía. A mitad de abril, anunció que la banca salía del sistema de créditos a la educación superior y una reforma que, pasado ya un mes, aún no ingresa al Parlamento para su análisis, debate y votación.
Han sido muchos los anuncios rimbombantes del Presidente Piñera que no se concretan y otros vienen con “letra chica”: publicita una reforma tributaria profunda e histórica y envía un mini ajuste tributario que apenas recauda nuevos recursos, porque su principal preocupación es dar rebajas tributarias a los más ricos.
El país no quiere escuchar otro listado de anuncios y después debatir con la Segpres y los institutos de derecha cual es su nivel de cumplimiento. Ni tampoco quiere escuchar a un gobierno que hable de “supuestas bondades” de sus iniciativas legales que no son tales.
El país, quiere Reformas de verdad, que nos empiecen a encaminar hacia un Chile con menos abusos y menos desigualdades, especialmente la clase media que está agobiada por las deudas con el sistema financiero.
Se necesita avanzar en una Reforma Educativa de verdad. Y el foco debe ser bajar los altísimos aranceles de las Universidades y, para ello, se debe comenzar por regularlos.
Las familias y los jóvenes quieren educación de calidad y eso requiere un nuevo modelo de desarrollo de la educación superior, con exigencias mayores a las entidades, con fijación externa de los aranceles y eso no se resuelve por una baja en la tasa de intereses del CAE.
Chile quiere una Reforma Tributaria de verdad, donde los ricos y las grandes empresas paguen más impuestos y se terminen las argucias tributarias que les permiten eximirse de pagar tributos. Con una medida así, se podría recaudar el 3% del PIB y financiar nuevas políticas sociales.
Como la derecha no quiere hacer reformas de verdad y busca mantener un status quo injusto y abusivo, probablemente tendremos otro 21 de mayo sin ninguna novedad y deberemos construir más unidad opositora y capacidad de propuesta, para que el 2013 triunfe la mayoría política y social que quiere edificar un Chile más justo para todos y todas.