Y para golear, mucho más. 40 mil personas vieron a la “U”, humillar y golear a Colo Colo por 5-0, resultado que pudo ser más amplio.
La esencia del fútbol es anotar goles. Para conseguirlos, es imprescindible disparar al arco.
Y para ello es necesario estar lo más cerca de los tres palos, sorprender al arquero y la defensa y/o aprovechar el centro que permita rematar de cabeza o empalmar el balón con el pie.
Mientras la “U” efectuó 11 remates al arco de Prieto en el primer tiempo y 17 en el segundo, Colo Colo no realizó ninguno en el primero y apenas uno en el segundo lapso, un débil disparo de Fierro, que Herrera no tuvo problemas en detener.
Estos detalles estadísticos son más que suficientes para explicar el 5-0 conseguido por la “U” ante su rival más temido y que concitó la atención de la afición, el país y el lleno del Nacional.
Y el resultado final pudo haber sido más amplio, si el árbitro Polic hubiese sancionado con un penal un puntapié que dio Vilches a Matías Rodríguez, a quien hizo caer, cuando cuando éste se aprestaba a disparar cerca del área chica, y también si hubiese aplicado la misma sanción en una zancadilla de Vilches a Castro en las barbas de Prieto.
Y pudieron haber sido muchos más, si Gallegos y Hernández hubiesen sido capaces de desbordar por las puntas o de enviar centros que crearan peligro. Y también, si Lorenzetti hubiese llegado en mejor forma física al clásico y habilitado más al joven goleador Ángelo Henríquez. Ayer el campeón no contó con el titular por la derecha, el veloz y hábil Fernandes, un hándicap que favorecía a los albos.
Y la suerte de Colo Colo quedó marcada, cuando al expirar el primer tiempo es expulsado por doble amarilla, el delantero Mario Olivi.
Además el Colo Colo de ayer no era de temer. Un equipo y un DT que enfrentaron el partido conscientes que era casi imposible ganar y se ubicó en función defensiva con dos líneas de cuatro jugadores y dos más (Fierro y Paredes) asistiéndolos y apenas uno (Olivi) en ataque. Un elenco sin ideas claras y estudiadas previamente. Muy poco para asustar al campeón y puntero de la competencia.
El Colo Colo con una rotativa de técnicos, no ha logrado ni ideado fórmulas para mejorar su actual nivel que lo tienen fuera de la Copa Sudamericana y de los play offs, ocupando la undécima posición.
Otras causas: nunca los atacantes albos pudieron ganar en carrera, ni incluso con ventaja a los defensas de la “U”. Tampoco pudieron detener el trabajo decisivo del mediocampo azul, donde Díaz, Aránguiz, Lorenzetti y Mena fueron amos y señores. Y por si fuera poco, cuando salió Olivi, Aranguiz quedó sin atacante a quien marcar y pasó a ser otro atacante de la “U”.
Los goles se sucedieron sin problemas. Dos tiros libres de Díaz dieron lugar a un cabezaso del joven Igor Lilichnovsky, otro de 18 años, quien reemplazó a José Rojas, desgarrado y a un anticipo de Rodríguez a un metro de Prieto. El gol inicial lo consiguió Díaz, el conductor universitario, con un disparo directo, en tanto que Ángelo Henríquez empalmó un pase de Rodríguez, con hábil contorsión para hacer pasar el balón por encima de Prieto.
El “Pressing”, los anticipos y doblajes de la “U” sigue siendo las armas que además de impedir los ataques rivales, permiten los propios, para lo que se requiere un excelente estado do físico y sentido colectivo que los mantiene en lugares de privilegio en la competencia local y en la Copa Libertadores.