La “”U” logró tres títulos en 2011 y enteró 15 torneos nacionales. Mantuvo su nivel, pese a jugar más de 100 partidos en el año. Su inexpugnable defensa y veloz ataque fueron letales en Chile y Sudamérica. Un sistema que debe trasladarse a la selección nacional.
Teníamos la seguridad de que Universidad de Chile ganaría a Cobreloa en la definición de anoche y coronaría un año inolvidable, luciéndose, lo que nunca había acontecido, más allá de la frontera, increíblemente en los países del Atlántico, llenos de tradición, calidad y títulos.
Y esto lo alcanzó con el esquema o” estilo Sampaoli”, que sorprendió a todos: marcando a presión todo el equipo desde el arco rival, intentando quitar la pelota antes de que sus adversarios pasaran mitad de cancha y atacando todos por las puntas tras un trayecto más corto.
Un juego extenuador, donde todos tenían que trabajar igual, sin claudicar.
Por eso la U daba seguridad que difícilmente podían hacerle un gol y que ellos los conseguirían ante cualquier debilidad del adversario. Así ocurrió todo el año, con partidos de alto nivel, donde el peak lo alcanzó en Brasil ante Flamengo (4-0) y Nacional de Uruguay (2-0).
El buen trabajo de preparación le permitió jugar dos y tres encuentros en una semana, viajando en avión para llegar en la víspera de uno nuevo, enterando 36 encuentros sin derrotas. Y todos esperando derrotar a “superman”…
Se pensaba que el intenso trajín le pasaría la cuenta y en parte así ocurrió en las semifinales ante la UC y el primer partido de la final, en Calama, a lo que hubo que agregar los festejos y la distensión por haber obtenido el campeonato de Sudamérica.
En el norte grande, jugando en altura y con más de 34 grados de temperatura, fue capaz de soportar la ventaja de local, que aprovechaba Cobreloa, además la ausencia de su principal jugador, Eduardo Vargas, el goleador y certero contraatacante. Sampaoli Intentó imponer su estilo, pero era difícil contragolpear a un equipo que jugó su mejor encuentro. Optó por la igualdad, haciendo especialmente el trabajo defensivo.
En el Nacional y con 40 mil fieles hinchas y Vargas en el plantel, las cosas tenían que cambiar, si no se producían situaciones anormales (lesiones o expulsión).Once contra 11, la U tenía que ser superior. Y trató de demostrarlo desde el primer minuto.
Cobreloa salió igualmente, dispuesto a impedirlo. En los primeros 20 minutos, la U estuvo permanentemente cerca del área de los nortinos. Imprecisión en algunos pases y en disparos (dos veces en los palos) prolongaron el resultado. Pero no podía durar todo el primer tiempo.
En los 25 restantes, apareció el campeón de Sudamérica. Un pase de 25 metros de Díaz.
Un carrerón impresionante de Aránguiz, quien hace un centro rasante, donde llega Canales (pudo haber anotado antes) y acierta el primer gol. Cobreloa no pasaba mitad de cancha asfixiado. A Canales le anulan un gol al ser sorprendido centímetros adelantado. Y segundos después en un entrevero en el área, con dos compañeros, da el balón en un palo.
Vargas tenía que mostrar su reconocimiento internacional, en la despedida. En su estilo avanzó por el centro, zigzagueando y cuando llegó a la entrada del área grande vio a Peric adelantado de su arco poco más de un metro y metiendo el zapato debajo del balón le dio la medida necesaria para superarlo. El estadio se vino abajo. Un gol de calidad mundial.
Inquietud al minuto después. Canales que hacía un gran partido debió salir lesionado, tras chocar y ser trabado reiteradamente por los defensas centrales. Sampaoli dio otra demostración que ve claro los partidos y hace entrar en su reemplazo a Matías Rodríguez (excluido por una repentina tortícolis).
Dos minutos después de su entrada, Aránguiz habilita de memoria a Mena, quien corre a buscar el balón por la izquierda, hace un centro medido, mal despejado por la defensa nortina y Rodríguez lo conecta con potente disparo. Un 3-0 abrumador y decisivo.
La U enteró en el primer tiempo 10 disparos al arco de Peric por dos de Cobreloa y la posibilidad de ampliar el marcador se avecinaba al salir lesionado el arquero Peric.
En los 10 minutos iniciales del segundo tiempo continuó el asedio y la superioridad azul.
El estilo hacía inútil los esfuerzos de Cobreloa, que luchó por el gol del honor. La U debió reemplazar, por lesión al zaguero central, Marcos González y optó por bajar el ritmo tomando precauciones defensivas. Con el triunfo asegurado, no importaba el ingreso de Rivarola por Lorenzetti, ni el cuidado de Vargas de evitar ser lesionado antes de viajar a Italia.
La hinchada y el equipo iniciaron la celebración mucho antes que el árbitro Enrique Osses, de excelente cometido, puso fin a los 90 minutos exactos.
Se inicia un nuevo largo año para la U”, donde deberá jugar dos campeonatos nacionales y defender el doble título del 2011. Asimismo, jugar la Copa Sudamericana y la Copa Libertadores, en la que deberá defender su título y su posición de favorito. Y suplir la ausencia de Eduardo Vargas. Con poco tiempo para una preparación adecuada, ya se está trabajando en los refuerzos.
Sampaoli no podrá equivocarse, lo que no es fácil.
Pero el fútbol nacional, debe agradecerle al DT argentino, quien elaboró un sistema y eligió los hombres adecuados para estos logros.
Una idea, que en Inglaterra llaman revolucionaria y lo más novedoso del fútbol internacional el 2011 y que si la adopta la selección puede darle mejores resultados que los logrados por Bielsa, lo que no es poco.