Durante tres días el Congreso de la República ha sido escenario del Encuentro del Futuro, iniciativa que reunió a tres premios Nobel y 10 científicos internacionales de primer nivel.
Esta fue una instancia de reflexión que puso a dialogar a la ciencia con la política y a estas dos grandes áreas con la ciudadanía. Nuestro interés era auscultar el futuro, tomarle el pulso al porvenir, adelantarnos a lo que viene, para que de esta mirada anticipatoria y participativa, se elaboren políticas públicas y leyes que mejor interpreten las necesidades y los anhelos de todos.
En los centros de investigación científica y tecnológica, se dibuja el mundo del futuro.
Cuando entendemos que en esos laboratorios hay personas capaces de crear un organismo vivo, capaces de crear vida, vemos la profundidad del cambio que nos acecha.
Cuando la industria transgénica altera para siempre el material genético y el tipo de alimentos considerados aceptables para el hombre, cuando patrimonios de la humanidad son utilizados en beneficio del lucro de unas cuantas empresas, advertimos la necesidad de que los legisladores, los gobernantes y los ciudadanos estén al tanto de lo que allí ocurre, que lo entiendan y que sean capaces de imponer el necesario marco ético a la actividad científica.
Para eso nos hemos reunido. Para analizar ese mundo que se dibuja detrás de las apariencias, detrás de una vida cotidiana que parece fluir con placidez, con uno que otro sobresalto -un terremoto, una crisis financiera-, pero que en realidad está amenazada por fuerzas enormes que actúan de manera lenta y solapada, a veces, como ocurre con el cambio climático, o rápida, pero también oculta, como ocurre con el progreso científico contemporáneo.
El Congreso del Futuro es nuestro último gran evento de celebración del Bicentenario del Congreso de Chile.
Junto al Presidente de la Cámara de Diputados, diputado Patricio Melero, conformamos una sociedad virtuosa que nos permitió abrir estas puertas y las de Valparaíso a cientos de ciudadanos que disfrutaron de actividades culturales, científicas y ciudadanas.
Se celebró el 4 de Julio una imponente ceremonia para recordar los 200 años de existencia en presencia del Presidente de la República. Convocamos a expertos y profesionales a un encuentro Latinoamericano y del Caribe para debatir el gran desafío de la nutrición, la obesidad y la vida sana.
Buscamos, junto al Presidente Melero, el encuentro entre los temas que les importan a los hombres y mujeres de este país y los grandes temas que marcarán los años venideros. Fue el sello que quisimos ponerle a esta presidencia en este año 2011 que ha sido tan especial para Chile y el mundo.
Quiero terminar recordando que ya somos siete mil millones de habitantes sobre la tierra.
Hace sólo cincuenta años éramos la mitad. El planeta es generoso y resiste, pero nadie sabe hasta cuando.
Es hora de que nos preocupemos. Es hora de que hagamos un real esfuerzo por hacer transparentes todos los factores que influyen en nuestro futuro y que actuemos con decisión frene a ellos.
Escuchemos a los científicos. Démosle la palabra a los ciudadanos.
Aprendamos nosotros, la clase política, de unos y de otros; de quienes nos advierten sobre los riesgos y las tendencias que ponen en riesgo a la humanidad, y de quienes nos manifiestan sus necesidades, sus anhelos y su profundo descontento con el actual estado de cosas.